Griselda López Pérez, exesposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y madre de Ovidio Guzmán López, cruzó la frontera de México a Estados Unidos. Lo hizo caminando, el 9 de mayo a través del puente internacional de San Ysidro, en Tijuana. No estaba sola, la acompañaban 16 familiares directos. Según el periodista Luis Chaparro, al grupo lo recibió agentes del FBI en una operación de alto riesgo vigilada por fuerzas de seguridad estadounidenses.
Se informó que como parte del operativo había un francotirador, debido a posibles amenazas. La maniobra coincide con la cooperación judicial de Ovidio Guzmán, quien podría declararse culpable en EE. UU. el 6 de junio. Griselda López, nacida el 19 de agosto de 1959, conocida también como Karla Pérez Rojo, fue la segunda esposa de ‘El Chapo’.
Grisela López se casó con ‘El Chapo’ en los 80
El grupo, que salió de México incluía a Griselda Guzmán López, hija de López y de Joaquín Guzmán. También a un nieto llamado Archivaldo, un yerno, primos y sobrinos. Todos ellos llegaron en un avión desde Culiacán, Sinaloa, a Tijuana. Desde allí, los trasladaron en vehículos al punto de cruce. Todos portaban equipaje de lujo de marcas como Louis Vuitton, Dior y Chanel, y más de 70 mil dólares en efectivo.
Según Chaparro, en entrevista con Radio Fórmula, el traslado sugiere un cambio definitivo a EE. UU.. Todo sería bajo un programa de protección con nuevas identidades, ligado al acuerdo judicial de Ovidio Guzmán.
Griselda López, se casó con “El Chapo” Guzmán a finales de los años 80. Con él tuvo cuatro hijos: Joaquín, Édgar, Ovidio y Griselda Guadalupe. Su relación con el capo fortaleció su posición dentro del Cártel de Sinaloa, especialmente tras la fuga de Guzmán en 2001. A diferencia de Alejandrina Salazar, primera esposa de Guzmán, Griselda y sus hijos eran la “familia cercana” del narcotraficante.
Rivalidad entre los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán
Estas tensiones, documentadas por Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”, reflejan rivalidades entre los linajes de Guzmán. Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, hijos de Salazar, resentían el favoritismo de Griselda hacia sus propios hijos. Aquello influyó en las dinámicas de poder dentro de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Guzmán.
La detención de Griselda López, en Culiacán, en 2010, durante un operativo federal, la vinculó a movimientos financieros sospechosos, aunque la liberaron en menos de 24 horas. Desde entonces, ha estado bajo vigilancia de autoridades mexicanas y estadounidenses.
En 2012, el Departamento del Tesoro de EE. UU. incluyó a Griselda López en la lista de la Ley Kingpin, señalándole como facilitadora clave del Cártel de Sinaloa. Esto por su apoyo a Guzmán y sus esfuerzos para evadir la justicia. Informes de inteligencia la describen como gestora de recursos y empresas fachada para sus hijos. No obstante, en México no hay registros recientes que la vinculen directamente con actividades criminales.
Rechazó las acusaciones contra sus hijos
Según las autoridades estadounidenses, Griselda es una madre protectora. Ella misma ha defendido públicamente a sus hijos. En 2015, en entrevista con Noroeste, negó los vínculos de Ovidio con el narcotráfico, afirmando que “es un niño que ni al caso” y que le enseñó valores. También rechazó las acusaciones contra su hija Griselda Guadalupe y criticó al gobierno de EE. UU. por señalar a su familia sin pruebas, según una entrevista de 2013 con Ríodoce.
La captura de Ovidio Guzmán en el “Culiacanazo 2.0” de enero de 2023 marcó un punto de inflexión. Testigos citados por El Sol de Sinaloa indican que Griselda asumió los gastos funerarios de sicarios caídos en los enfrentamientos. Los vecinos reconocieron su influencia local, describiendo a Ovidio como una figura de apoyo comunitario. Estas acciones refuerzan su imagen de benefactora en Sinaloa, aunque no han disipado las sospechas de las autoridades.
Declive de una generación de poder
El cruce fronterizo del 9 de mayo, reportado por medios como El Universal y confirmado por fuentes como el U.S. Marshals Service, ha generado especulaciones. Especialmente sobre el futuro de la familia Guzmán. México, a través de la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmó no tener información oficial de EE. UU. sobre el caso. La operación, documentada con fotos y videos por Chaparro, sugiere un acuerdo de protección ligado a la cooperación de Ovidio, quien enfrenta cargos por narcotráfico en EE. UU.
El Cártel de Sinaloa, liderado por Los Chapitos tras la extradición de “El Chapo” en 2017, enfrenta presiones internas y externas. La rivalidad con el Cártel Jalisco Nueva Generación y las divisiones entre los hijos de Guzmán han debilitado su estructura. La reubicación de Griselda y su familia podría marcar el declive de una generación que heredó el poder del capo, pero también sus conflictos y traiciones.
A sus 65 años, Griselda López trasciende el rol de exesposa de “El Chapo”. Su traslado a EE. UU. bajo la custodia del FBI, en silencio y sin resistencia, refleja un capítulo final en la saga de Los Chapitos. Por otra parte, las autoridades estadounidenses buscan desmantelar las redes del narcotráfico mexicano. El impacto de este movimiento en Sinaloa y en la dinámica del crimen organizado aún está por verse.