Al menos dos personas murieron este viernes tras el accidente de un helicóptero modelo Mi-8 en el distrito de Uritski, en la región rusa de Oriol, al suroeste del país. Según informes preliminares de los servicios de emergencia, la aeronave realizaba un vuelo programado cuando se precipitó a tierra, impactando contra una planta química abandonada. Las víctimas han sido identificadas como el piloto y el ingeniero de vuelo.
El accidente de helicóptero
De acuerdo con la agencia estatal de noticias TASS, el helicóptero se encontraba en una misión rutinaria cuando sufrió lo que se presume fue un fallo técnico, causando su caída en una zona deshabitada. La estructura siniestrada corresponde a una antigua instalación industrial que se encontraba fuera de operación, lo que evitó mayores daños o víctimas civiles.
Los servicios de seguridad rusos acudieron rápidamente al lugar del siniestro para asegurar el perímetro y facilitar las labores de recuperación de los cuerpos y de los restos del helicóptero.
Hasta el momento, no se han reportado explosiones químicas ni impactos ambientales derivados del accidente, aunque las autoridades mantienen un monitoreo preventivo del área afectada.
Investigación en curso
Las primeras hipótesis apuntan a un fallo técnico como causa principal del accidente, pero las autoridades han abierto una investigación formal para determinar las circunstancias exactas del siniestro.
El helicóptero Mi-8, de fabricación soviética y aún en uso por varias instituciones civiles y militares rusas, es conocido por su versatilidad y capacidad operativa. Sin embargo, también ha estado implicado en varios accidentes recientes en territorio ruso, lo que ha generado cuestionamientos sobre su mantenimiento y estado operativo.
Funcionarios del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia participan en las labores de recuperación. Mientras, los expertos en aviación analizan los registros de vuelo y los restos del fuselaje para precisar las causas del incidente.