El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidirá en las próximas dos semanas si el país se involucrará militarmente en el conflicto entre Israel e Irán, según anunció la Casa Blanca. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, informó que la decisión dependerá de posibles negociaciones con Irán, en un contexto donde la Casa Blanca alerta que Teherán podría fabricar un arma nuclear en 15 días si su líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, lo ordena. La declaración se produce tras una escalada de tensiones en Oriente Medio, marcada por ataques aéreos entre Israel e Irán.
Contexto del conflicto y postura de Trump
La Casa Blanca subrayó que evitar que Irán obtenga un arma nuclear es una prioridad de Trump, una postura que ha mantenido desde 2011, cuando afirmó que destruir las ambiciones nucleares de Irán debía ser el objetivo principal de EE.UU. En 2015, Donald Trump señaló que Irán representa una amenaza para Israel, los aliados de Oriente Medio y Estados Unidos. Leavitt reiteró este jueves que “nadie debería sorprenderse” por esta posición, destacando que el presidente la ha defendido consistentemente, incluso antes de su mandato.
Según Leavitt, Irán tiene la capacidad técnica para producir un arma nuclear en “un par de semanas” si recibe la orden del ayatolá Khamenei. Esta afirmación contradice el testimonio de marzo de 2025 de la directora de inteligencia nacional, Tulsi Gabbard, quien aseguró que Irán no está desarrollando activamente un arma nuclear. La Casa Blanca confirmó que la correspondencia con Irán continúa, aunque no se detallaron avances en las negociaciones.
Debate sobre la intervención militar
Reportes recientes de medios estadounidenses, como CBS, indican que Donald Trump habría aprobado planes preliminares para unirse a la campaña aérea de Israel contra Irán, según una fuente de inteligencia y un funcionario del Departamento de Defensa. Sin embargo, The Wall Street Journal informó el martes que Trump aplazó una orden final, esperando una posible decisión de Teherán de abandonar su programa nuclear. El presidente desmintió estas afirmaciones en Truth Social, escribiendo: “¡The Wall Street Journal no tiene ni idea cuáles son mis pensamientos sobre Irán!”
El conflicto, que entró en su séptimo día, ha intensificado los ataques entre Israel e Irán. Israel ha bombardeado sitios nucleares iraníes, como el reactor de Arak y la planta de Natanz. Mientras que Irán lanzó misiles contra un hospital en Beersheba, causando 71 heridos, según el Ministerio de Salud israelí. La escalada ha generado preocupación global, con aliados como el Reino Unido instando a la diplomacia para resolver la crisis nuclear.
Implicaciones y próximos pasos
La posibilidad de una intervención estadounidense ha generado división en la base política de Donald Trump. Algunos republicanos tradicionales apoyan una acción militar, mientras que sectores del movimiento “America First” abogan por evitar conflictos extranjeros. Una encuesta de The Washington Post reveló que el 45% de los estadounidenses se opone a ataques aéreos contra Irán, frente al 25% que los apoya, con un 30% indeciso.
Leavitt evitó aclarar si Trump buscará autorización del Congreso para una acción militar, lo que ha generado críticas de demócratas, quienes recuerdan que solo el Congreso tiene el poder de declarar la guerra. Mientras tanto, el Pentágono ha reforzado su presencia en la región. Enviando el portaaviones USS Nimitz y destructores navales para apoyar la defensa aérea de Israel.
La Casa Blanca insiste en que la prioridad de Trump es garantizar que Irán no obtenga un arma nuclear, mientras explora una “solución diplomática”. Las próximas dos semanas serán cruciales para determinar si EE.UU. opta por la vía militar o mantiene abierta la puerta a negociaciones. En un momento de alta tensión en Oriente Medio.