El expresidente de Uruguay, José Mujica, quien falleció este martes 13 de mayo de 2025 a los 89 años tras una batalla contra el cáncer de esófago, estuvo en Guayaquil en diciembre de 2014. En esa ocasión, el entonces presidente uruguayo llegó a Ecuador para participar en la Cumbre de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur). Su visita marcó un momento clave en la integración regional al asumir la presidencia temporal del bloque. Mujica, conocido por su vida austera y su pasado guerrillero, dejó un legado como ícono de la izquierda latinoamericana.
José Mujica arribó al aeropuerto de Guayaquil antes del mediodía del 4 de diciembre de 2014, recibido por el presidente ecuatoriano Rafael Correa y el secretario general de Unasur, Ernesto Samper. El líder uruguayo saludó al pueblo ecuatoriano, haciendo énfasis en las comunidades indígenas. La cumbre, realizada en el Centro Cívico Eloy Alfaro, reunió a los mandatarios de los 12 países sudamericanos. Durante el evento, Surinam traspasó la presidencia temporal de Unasur a Uruguay, y Mujica recibió un homenaje especial por su trayectoria política.
La visita de José Mujica a Guayaquil incluyó un almuerzo protocolar con los líderes sudamericanos, previo a la sesión extraordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado. En su discurso, Mujica abogó por la unidad latinoamericana, un tema recurrente en su gestión. Según El Universo, destacó la necesidad de superar las desigualdades históricas en la región. Su estilo sencillo contrastó con el protocolo diplomático, reflejando su filosofía de vida: donaba el 90% de su salario y vivía en una modesta granja.
José Mujica y su rol en Unasur
El traspaso de la presidencia de Unasur fue un momento simbólico para José Mujica, quien asumió el liderazgo del bloque con el compromiso de fortalecer la integración sudamericana. Durante su gestión en Unasur, que se extendió hasta marzo de 2015, promovió iniciativas para combatir la pobreza y mejorar la infraestructura regional. En 2014, Unasur enfrentaba desafíos como la crisis política en Venezuela, y Mujica abogó por el diálogo como solución. Según Teleamazonas, su enfoque pragmático fue bien recibido por sus pares.
La agenda de Mujica en Ecuador también incluyó reuniones bilaterales. Antes de llegar a Guayaquil, había estado en Caracas, donde discutió con Nicolás Maduro el intercambio comercial de alimentos por petróleo y la participación de Ancap en la Faja del Orinoco. Estos encuentros reflejaron su interés por fortalecer el Mercosur y Unasur, bloques clave para la cooperación regional. Al día siguiente, Mujica partió hacia México para asistir a la Cumbre Iberoamericana, mostrando su activa agenda internacional.
José Mujica: Un líder revolucionario
José Mujica, nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, fue un exguerrillero de los Tupamaros, grupo que combatió la dictadura uruguaya en las décadas de 1960 y 1970. Pasó 14 años preso, enfrentando torturas y aislamiento, lo que forjó su visión humanista. Como presidente de Uruguay (2010–2015), impulsó leyes progresistas como la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la marihuana. Su austeridad lo convirtió en el “presidente más humilde del mundo”, según BBC, al rechazar el palacio presidencial y donar gran parte de su salario a obras sociales.
En 2014, Mujica ya era una figura global por su estilo de liderazgo. Su visita a Guayaquil coincidió con un momento de auge para Unasur, que buscaba consolidarse como un espacio de diálogo político. Según Primicias, su discurso en la cumbre resaltó la importancia de una “gran nación latinoamericana” que priorice la justicia social. En Uruguay, su gestión redujo la pobreza del 18% al 9.7% entre 2004 y 2013, según datos oficiales, y fortaleció los derechos laborales, de acuerdo con la Confederación Sindical Internacional.
El fallecimiento de Mujica ha generado conmoción mundial. En redes sociales, usuarios lo recuerdan como un símbolo de humildad y resistencia. El presidente electo Yamandú Orsi, a quien Mujica apoyó en 2024, lo describió como un “regalo de despedida” tras su victoria, según Reuters. Su muerte, tras el cáncer que se extendió a su hígado, cierra un capítulo para la izquierda latinoamericana. En Guayaquil, su paso en 2014 dejó una huella de compromiso con la integración regional.
Legado de Mujica en la región
La visita de Mujica a Ecuador en 2014 mostró su visión de un continente unido frente a las desigualdades. Su liderazgo en Unasur marcó un precedente para la cooperación sudamericana, a pesar de los retos que enfrentó el bloque posteriormente. En 2014, Unasur manejó 150 proyectos de integración, según El Comercio, desde carreteras hasta políticas sociales, muchas impulsadas por líderes como Mujica. Su partida deja un vacío en la política regional, pero su mensaje de simplicidad y justicia perdura.
Homenaje póstumo a un ícono
El mundo despide a Mujica con tributos a su legado. En Montevideo, miles se congregaron en su granja de Rincón del Cerro, donde murió. Según La Nación, Mujica recibió cuidados paliativos en sus últimos días, buscando paz en su hogar. Su vida inspiró documentales como El Pepe, una vida suprema de Emir Kusturica. En Guayaquil, su visita de 2014 sigue siendo recordada como un momento de esperanza para la unidad sudamericana.