En el mundo del fisicoculturismo, donde cada fibra muscular cuenta, Nataliya Kuznetsova ha construido mucho más que un cuerpo: ha forjado una leyenda. Con más de un millón de seguidores en Instagram y apodada “Mujer Hulk”, la atleta rusa de 33 años sigue desafiando los estándares de fuerza y belleza, a pesar de haberse retirado de la competencia profesional en 2019.
Su historia comenzó lejos de los reflectores. Motivada inicialmente por su padre para ganar autoestima, Nataliya era una “pequeña ratita tímida” que encontró en el gimnasio una inesperada vocación. A los 15 años, su primera victoria regional fue apenas el inicio de un recorrido que la llevaría a romper récords mundiales de press de banca y peso muerto, con impresionantes marcas de 170 y 240 kilogramos.
Admirada y criticada
A lo largo de su transformación —pasando de pesar 40 a 90 kilogramos de músculo puro—, Kuznetsova ha enfrentado tanto la admiración como la crítica. Mientras algunos cuestionan la autenticidad de su físico, otros la veneran como un modelo a seguir, especialmente entre jóvenes culturistas que ven en ella la prueba de que la disciplina supera cualquier obstáculo.
“No se trata de ser perfecto, se trata de presentarse, esforzarse y hacer el trabajo para llegar a donde te imaginas”, proclama en su Instagram. Palabras que no solo resumen su filosofía de vida, sino también su influencia como entrenadora y mentora en competencias internacionales tras su breve retiro en 2017.
Lejos de las pesas, su presencia ha llegado incluso al mundo cultural. Sorprendió al incursionar en el teatro en la ópera Manon Lescaut, presentada en el prestigioso Teatro Bolshói de Moscú. Además, ha utilizado su plataforma para abordar temas de salud mental, como su participación en el documental Biogorexia, que explora los trastornos de imagen corporal en el deporte de alto rendimiento.
El camino que ha recorrido
La fama, reconoce Nataliya, llegó con sus propios retos. En sus primeros años sufrió la falta de patrocinadores y apoyo económico, pero con perseverancia logró asociarse con marcas como Oxytropin y RPS Nutrition, consolidando una carrera que va más allá de los logros atléticos.
Uno de sus principios lo publicó en Instagram: “No se trata de ser perfecto, se trata de presentarse, esforzarse y hacer el trabajo para llegar a donde te imaginas”. En la vida personal, Kuznetsova también desafía estereotipos. Desde 2009 comparte su vida con Vladislav Kuznetsov, también culturista. “Nuestra historia de amor es bastante moderna. Nos conocimos por internet y nos entendimos enseguida”, confesó.
A ella ya no le sorprenden estos titulares en la prensa y en las redes que dicen algo como: De «ratoncito tímido» a fisicoculturista récord: la historia de la mujer más musculosa.