Habitantes de Jaramijó, de sectores como Santa Cecilia, La Toma y Punta Blanca, realizaron un plantón pacífico exigiendo el cumplimiento del convenio con la Refinería del Pacífico (RDP) para el suministro de agua cruda, vital para la población local.

Esto mientras la Refinería del Pacífico enfrenta problemas administrativos, tras la salida de Carlos Wong y la renuncia de su reemplazo que fue aceptada por la Superintendencia de Compañías, dejando a RDP sin liquidador y complicando aún más las soluciones.

Con carteles y megáfonos, los manifestantes denunciaron la mañana de este jueves 26 de junio del 2025 falta de agua potable. Edmundo Durán, de Santa Cecilia, afirmó: “Hace 730 días no llega agua. Hemos hablado con autoridades y la Refinería, pero nadie responde a nuestra crisis hídrica”.

El convenio de agosto de 2024 con RDP prometía 8.800 m³/día de agua cruda a USD 0,32 por metro cúbico. Sin embargo, el caudal actual es de solo 4.000 m³/día, insuficiente para potabilizar y distribuir a Jaramijó, agravando el desabastecimiento.

Javier López, de Acción Ciudadana, señaló que un daño en el acueducto La Esperanza en marzo de 2025 redujo el suministro. Aunque inicialmente se entregaron 6.000 m³/día, desde mayo el flujo cayó drásticamente, afectando a Jaramijó y Montecristi.

Los pobladores acusan a conexiones irregulares de agroindustriales de causar el desabastecimiento. Por lo tanto, exigen el cambio de una válvula de derivación para mejorar el flujo hacia la planta potabilizadora, pero Hidrojar no ha recibido respuesta.

Acueducto La Esperanza debe dar agua a varios cantones de Manabí

El acueducto La Esperanza, construido con USD 334 millones, debía abastecer a la Refinería, pero tras su abandono, sirve a Manta, Montecristi y Jaramijó. Sin embargo, la falta de mantenimiento y conexiones clandestinas han generado una emergencia hídrica.

En 2023, el exalcalde Simetrio Calderón interpuso una acción de protección para garantizar el agua, sin resultados. En consecuencia, la crisis persiste, afectando a más personas en la región, con promesas incumplidas por parte de las autoridades.

Michel Moreira, administradora del convenio RDP-Hidrojar, informó a la delegación de protestantes que no hay fondos para reparar la válvula. Además, Petroecuador no ha desembolsado el presupuesto para mantener las bombas, lo que podría paralizar completamente el acueducto La Esperanza.

Acción Ciudadana presentó un documento exigiendo prioridad en la reparación de la válvula y participación en una mesa técnica. Por otro lado, los moradores advierten que continuarán protestando hasta obtener agua potable para sus comunidades.

Para concluir, la crisis hídrica en Jaramijó refleja años de promesas rotas. La falta de acción de las autoridades y los problemas en el acueducto La Esperanza mantienen a los barrios sin un servicio básico esencial para la vida.

Los habitantes de Jaramijó exigen soluciones urgentes y el cumplimiento del convenio con RDP más el mantenimiento del acueducto, que son clave para resolver la emergencia y garantizar el acceso al agua potable en la región.