El Gobierno de Italia anunció que alrededor de 10.000 presos en prisión preventiva y con penas inferiores a 24 meses podrán optar a cumplir sus penas de manera alternativa debido a la alta demanda de ocupación de las cárceles de todo el país, lo que supone un 15 por ciento de la población penitenciaria.
La decisión de Italia para frenar el hacinamiento
El ministro de Justicia italiano, Carlo Nordio, emitió un breve comunicado en el que detalló que son 10.105 las personas que pueden acogerse a esta medida.
El funcionario aclaró que para esto no deben haber recibido sanciones disciplinarias graves en los últimos doce meses por terrorismo, crimen organizado o violación.
La medida ya se está aplicando
Nordio informó que ya se puso en marcha un grupo de trabajo en el ministerio y comenzaron las conversaciones con las diferentes autoridades judiciales, así como con los centros penitenciarios, para valorar la situación de los candidatos que podrán optar a arresto domiciliario o libertad provisional.
Según la base de datos World Prison Brief (WPB), Italia tiene uno de los peores historiales de hacinamiento carcelario de Europa. Tiene un nivel de ocupación en torno al 122 por ciento.
Cualquier nivel superior al 100 por ciento indica que las prisiones están ocupadas por encima de su capacidad máxima. Sólo Chipre, Francia y Turquía tienen puntuaciones más altas en Europa, según la base de datos.
Preocupación por la situación de los reos en Italia
Las 190 cárceles del país, diseñadas para 46.800 plazas, albergan a más de 62.000 reclusos, generando condiciones inhumanas. La prisión de Regina Coeli, en Roma, con 1.050 presos para 570 plazas, ejemplifica el problema, con deficiencias estructurales, falta de ventilación y escasez de espacios recreativos.
Este hacinamiento, condenado en 2013 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por violar derechos humanos, agrava la salud mental de los reclusos, con 91 suicidios en 2024 y 20 en los primeros tres meses de 2025, según Antigone.
La falta de personal, con apenas 1.000 educadores para todas las prisiones, y la escasez de servicios básicos intensifican la crisis. Cabe destacar que la oposición critica la falta de medidas estructurales, como la despenalización de delitos menores, mientras las protestas y disturbios carcelarios aumentan. Sin embargo, la liberación anticipada de presos es una medida delicada y el Ministerio de Justicia indicó que no se producirá de la noche a la mañana.
Un problema global
El hacinamiento carcelario es un problema global que afecta a más de 120 países, con una población penitenciaria superior a 11.5 millones, según el WPF.
Países como Italia, El Salvador (572 presos por cada 100,000 habitantes) y Filipinas (339% de sobrecupo) enfrentan condiciones extremas, con celdas abarrotadas. Así como falta de ventilación y acceso limitado a agua potable, alimentos y atención médica.
Estas condiciones generan enfermedades infecciosas, violencia, suicidios y violaciones de derechos humanos, denunció Amnistía Internacional.