La guerra entre Irán e Irak, librada entre 1980 y 1988, enfrentó a ambos países por el control del río Chat el Arab y las islas de Abu Musa, Tumb Mayor y Tumb Menor, claves para el comercio de petróleo. Iniciada por la invasión iraquí liderada por Saddam Hussein, el conflicto dejó más de 500.000 muertos, un millón de heridos y un costo económico de 350 billones de dólares. El 20 de agosto de 1988, un alto al fuego puso fin a la contienda, restableciendo las fronteras previas sin beneficios territoriales para ninguna parte.
El conflicto, uno de los más largos y devastadores del siglo XX, comenzó en septiembre de 1980 cuando Irak, bajo el mando de Saddam Hussein, invadió Irán aprovechando la inestabilidad tras la Revolución Islámica de 1979, que instaló al ayatolá Ruhollah Jomeiní como líder. Hussein buscaba revisar las fronteras, recuperar las islas disputadas y asegurar el control del río Chat el Arab, un canal estratégico que conecta los ríos Tigris y Éufrates con el Golfo Pérsico, vital para las exportaciones petroleras de ambos países.
La invasión y la guerra
La invasión iraquí logró avances iniciales, capturando la ciudad iraní de Jorramchar y penetrando casi 100 kilómetros en territorio enemigo. Sin embargo, las milicias iraníes detuvieron el avance en 1981 y recuperaron Jorramchar en 1982. Entre 1984 y 1986, Irán contraatacó, avanzando en territorio iraquí. A partir de entonces, el conflicto se convirtió en una guerra de desgaste, con ambos ejércitos estancados en frentes estáticos, recurriendo a tácticas brutales que incluyeron el uso de armas químicas por parte de Irak, acción condenada internacionalmente.
Las raíces del conflicto se remontan a la década de 1960, cuando la retirada británica del Golfo Pérsico, en el marco de la descolonización, generó inestabilidad y disputas territoriales. En 1975, ambos países firmaron los Acuerdos de Argel, que otorgaron a Irán el control de 500 km² en la costa este del Chat el Arab a cambio de que Teherán cesara el apoyo a los grupos kurdos rebeldes en Irak. Sin embargo, la Revolución Islámica de 1979 alteró el equilibrio.
El respaldo de los países
El nuevo régimen chiita de Jomeiní, que promovía un islamismo radical, generó temores en Irak, gobernado por el régimen secular baazista de Hussein, especialmente porque la mitad de la población iraquí era chiita. Hussein, percibiendo al régimen iraní como débil tras la revolución, decidió atacar para consolidar su poder y evitar la exportación de la ideología de Jomeiní. Contó con el respaldo de países suníes y la Unión Soviética, mientras que Irán, aislado diplomáticamente, dependió de sus milicias y fervor revolucionario.
A medida que la guerra se prolongaba, el uso de armas químicas por parte de Irak y los bombardeos a civiles erosionaron el apoyo internacional a Hussein. El desgaste económico, con un costo estimado de 350 billones de dólares, y la presión internacional llevaron a ambos países a aceptar un alto al fuego en 1988, mediado por las Naciones Unidas. El acuerdo restableció las fronteras definidas en los Acuerdos de Argel, sin cambios territoriales significativos.
Los regímenes en el poder
La guerra no solo devastó a ambos países, sino que consolidó los regímenes autoritarios de Hussein y Jomeiní. En Irak, la narrativa del enemigo externo permitió al régimen baazista reprimir a la oposición interna, mientras que en Irán, la guerra fortaleció la Revolución Islámica, legitimando la represión de disidentes.
El conflicto dejó cicatrices profundas en la región, intensificando las tensiones sectarias entre chiitas y suníes, y sentó un precedente para futuros conflictos en el Golfo Pérsico. Las pérdidas humanas, con más de 500.000 personas muertos y un millón de heridos, junto al impacto económico, marcaron a generaciones en ambos países.
Ahora Irán enfrenta un nuevo conflicto armado. Empezó la semana pasada. El conflicto entre Irán e Israel alcanzó en los últimos días uno de sus puntos más críticos en décadas. Israel lanzó una ofensiva aérea de gran escala, con el objetivo declarado de dañar el programa nuclear iraní. Se trata de la mayor ola de bombardeos en años, que a su vez provocó una respuesta inmediata por parte de Irán, con misiles y drones contra territorio israelí. (10)