El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) emitió una alerta sobre lluvias intensas que afectarán principalmente las regiones de la Amazonía y el Litoral de Ecuador entre el 1 y el 3 de julio de 2025, debido a la interacción de masas de aire frío y cálido.
Lluvias de alta intensidad
El Inamhi difundió una nueva alerta climática, la número 36, proyectando lluvias de alta intensidad para los primeros días de julio de 2025. Esta advertencia sucede a un mes de junio caracterizado por corrientes frías en la Costa ecuatoriana. El organismo hizo un llamado a la ciudadanía para que tome precauciones frente a posibles inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en zonas con suelo saturado.
Zonas específicas bajo alerta
La región Litoral experimentará lluvias intensas, aunque de corta duración. La provincia de Esmeraldas es el principal foco en esta zona. En la Región Amazónica, se pronostican precipitaciones de muy alta intensidad en Sucumbíos, Napo, Pastaza y Morona Santiago. La Región Interandina también registrará lluvias. Estas serán más persistentes e intensas en la cordillera oriental, abarcando el centro y norte del país. La alerta se mantiene vigente desde las 00:00 del 30 de junio de 2025 hasta las 16:00 del 4 de julio de 2025.

Fenómeno climático explicado
Este escenario climático es resultado de la interacción de masas de aire frío provenientes del sur del continente con masas cálidas tropicales. Este encuentro genera inestabilidad atmosférica, afectando primeramente la cuenca amazónica y, posteriormente, el Callejón Interandino. El Inamhi monitorea constantemente la situación, proporcionando actualizaciones sobre el comportamiento del clima. Las autoridades recomiendan mantenerse informados a través de canales oficiales. Se debe seguir las indicaciones de los organismos de socorro.
Recomendaciones para la ciudadanía
Ante la previsión de lluvias intensas, el Inamhi reitera la importancia de adoptar medidas preventivas. Evitar transitar por zonas inundadas es crucial. Asegurar los techos y desagües de las viviendas es fundamental. Las personas que viven cerca de ríos o laderas deben estar particularmente alertas. La preparación ante posibles emergencias contribuye a reducir riesgos. La colaboración ciudadana es clave en estos eventos.