Constanza Báez, Miss Ecuador 2013 y segunda finalista de Miss Universo, compartió en un video en redes sociales, publicado en abril de 2025, experiencias inéditas de su paso por el certamen en Moscú, Rusia. La quiteña contó cómo fue ignorada por marcas auspiciantes, pero su perseverancia la llevó al top 3, demostrando que el esfuerzo supera las barreras.
Constanza Báez abrió su corazón en un video que se viralizó en redes sociales, donde relató los momentos más duros de su participación en Miss Universo 2013. Lejos de los reflectores y el glamour, la modelo ecuatoriana enfrentó el favoritismo hacia otras candidatas. “Las marcas invitaban a 5, 10 o hasta 30 chicas a eventos, pero a mí casi nunca me llamaban”, confesó. Mientras sus compañeras de cuarto, como Amy de Gran Bretaña, tenían agendas llenas, Constanza se quedaba en el hotel, sintiéndose invisible.
Constanza tuvo un camino lleno de obstáculos
La situación llegó a un punto crítico una noche, cuando una coordinadora despertó a Amy para asignarle eventos. Constanza, aún dormida, escuchó cómo su amiga preguntaba: “¿Y Constanza? ¿Por qué no tiene nada? Ella se lo merece”. Ese momento, narrado con emoción, la hizo llorar. “Era súper fuerte sentir que pasaba desapercibida”, admitió. A pesar del desánimo, su mentalidad fue clara: no rendirse. Cada mañana, bajaba al desayuno impecable, con tacones altos y una sonrisa que no se apagaba.
El favoritismo en concursos de belleza no es nuevo. Países con mayor tradición en Miss Universo, como Venezuela o Filipinas, suelen tener candidatas que acaparan la atención de auspiciantes. Ecuador, sin ese historial, dependía del carisma y esfuerzo de Constanza para destacar. “No me di por vencida, nunca me bajé de los tacos, aunque mis pies terminaran hechos cacho”, bromeó, mostrando su lado más humano y cercano.
El escenario como su arma
Los ensayos fueron su momento de brillar. Constanza transformaba cada práctica en una pasarela final, «yo me veía ya en la noche final, lo entregaba todo». Con una falda roja y un turbante, sus movimientos en el escenario dejaron boquiabiertos a los organizadores. “Hicieron una pausa y dijeron: ‘Chicas, vean lo que hizo Constanza, está permitido, háganlo si pueden’”, recordó. Ese esfuerzo llamó la atención, incluso de Donald Trump, entonces dueño del certamen, quien, según un comentario que escuchó su amiga Cuty Ycaza, mencionó a Ecuador entre las favoritas al top 15.

De las sombras al top 3
La perseverancia de Constanza dio frutos. Contra todo pronóstico, no solo entró al top 15, sino que avanzó hasta convertirse en segunda finalista, un hito para Ecuador. Su historia resuena hasta el día de hoy, ya que es la única que ha logrado avanzar hasta el Top 3 del certamen. De hecho, desde ese entonces Ecuador no clasificaba, hasta que el año anterior Mara Topic nos devolvió al top 30.
La experiencia de Constanza no es aislada. Otras exreinas, como Lupita Jones (Miss Universo 1991), han hablado de favoritismos en certámenes internacionales. Sin embargo, la ecuatoriana destaca por su resiliencia y su capacidad para transformar el rechazo en motivación. Hoy, sus revelaciones no solo humanizan la corona, sino que inspiran a quienes enfrentan retos similares.