El 27 de enero de 2021, el presentador Efraín Ruales fue asesinado en Guayaquil tras salir del gimnasio. Hoy, su expareja Alejandra Jaramillo comparte su doloroso proceso de duelo en televisión, recordando con emoción la vida del comunicador, cuya muerte sigue marcando su historia personal.

El asesinato de Efraín Ruales, actor y presentador, estremeció a todo Ecuador y dejó una cicatriz profunda en el mundo del entretenimiento. Alejandra Jaramillo, quien compartía su vida con él en ese momento, ha vivido desde entonces un proceso complejo de sanación emocional.

En una reciente entrevista en el programa “De Casa en Casa”, dentro del segmento “Detrás del duelo”, La Caramelo abrió su corazón al público: “Hay cosas que no se superan, se aprende a vivir con ellas. La muerte de Efraín fue injusta, y ese dolor me acompaña todos los días”.

Alejandra estuvo entre el dolor y el escrutinio público

Alejandra no solo tuvo que enfrentar la pérdida de su pareja, sino también las opiniones públicas, teorías de conspiración y señalamientos en redes sociales. Como medida de protección emocional, se mudó junto a su familia a Estados Unidos. Sin embargo, la distancia no ha disminuido la intensidad del dolor.

“Ese acto no fue justo. A Efra le arrebataron la vida sin razón. Nadie tiene derecho a jugar a ser Dios”, expresó con firmeza, dejando ver la herida aún abierta que le dejó el crimen.

Un amor que no desaparece del corazón de Alejandra

Actualmente, Alejandra mantiene una relación con el influencer colombiano Beta Mejía, con quien ha sido vista en redes sociales. Pero aclara que esto no borra el amor que siente por Efraín. “Una nueva pareja no significa que superaste algo así. Las personas que dejan huella se quedan para siempre. A Efra lo llevo en el corazón”.

Incluso frente a las críticas en redes sociales por haber retomado su vida sentimental, Alejandra se mantiene firme en su verdad emocional: “No tengo que explicar nada. Yo sé lo que vivo y lo que siento”.

Las redes, el duelo y la empatía

El testimonio de Alejandra también sirve como un llamado a la empatía en tiempos donde la vida de los personajes públicos se expone minuto a minuto. El impacto de la muerte de Ruales aún genera tristeza colectiva, pero para quienes lo conocieron de cerca, como Alejandra, es un duelo con raíces profundas.

“El legado de Efraín no fue solo su talento. Fue su bondad, su alegría, su amor por la familia. Eso no se apaga con el tiempo”, aseguró.

Una historia que sigue doliendo

Mientras el caso judicial aún genera interrogantes en la opinión pública, Alejandra ha elegido mantener viva la memoria del presentador a través del cariño, el respeto y la resiliencia. “Lo importante es que Efraín sigue aquí, en quienes lo amamos, en lo que sembró. Su historia no se acaba”.