La madrugada del lunes 28 de abril de 2025 concluyó en Guayaquil la segunda reconstrucción del caso Las Malvinas, en la que cuatro militares procesados detallaron las agresiones físicas sufridas por Ismael Arroyo, Josué Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina tras su captura el 8 de diciembre de 2024 en Guayaquil, Ecuador, en el marco de una investigación por presunta desaparición forzada y asesinato.
Los menores, vistos por última vez en el sur de Guayaquil, pasaron por una serie de maltratos, según esta diligencia. Los militares que participaron en la reconstrucción de los hechos dieron más detalles de lo que sucedió ese día.
Nuevas versiones comprometen a militares procesados
Por casi ocho horas, entre la noche del domingo 27 y la madrugada del lunes 28 de abril, fiscales, peritos de Criminalística y abogados participaron en la segunda reconstrucción de hechos del caso Las Malvinas. La diligencia se llevó a cabo en tres puntos clave. Recorrieron Durán, el peaje Durán-Tambo y un sector rural de Taura, en el cantón Naranjal, provincia del Guayas.
Cuatro de los 16 militares procesados ofrecieron versiones ampliadas sobre los actos de violencia que sufrieron los menores. Entre los relatos destaca el testimonio de un militar acogido al mecanismo de cooperación eficaz. Este aseguró que un cabo “los bajó uno por uno, los tiró de la camioneta y a uno le partió la cabeza”, mientras los insultaba y golpeaba, detalla Primicias.
Los testimonios recogidos describen que a las víctimas, entre ellas Steven Medina, de 11 años, las sometieron a correazos, patadas, llaves de lucha y disparos intimidatorios a escasos centímetros de sus cuerpos.
Caso Las Malvinas: hallazgos en Taura
Durante la reconstrucción de caso Las Malvinas, en Taura, uno de los imputados señaló el sitio donde, presuntamente, los menores quedaron abandonados desnudos y golpeados, pero aún con vida, amplía El Universo. En el lugar, los peritos localizaron prendas de vestir, entre ellas una pantaloneta azul y restos de ropa quemada. Los objetos serán sometidos a análisis para confirmar su pertenencia a las víctimas.
Según el relato de otro militar, “cuando les ordenaron quitarse la ropa, el más grande no quería y comenzaron a patearlo”, agregando que un subteniente disparó al suelo cerca del menor de 11 años. Otro militar afirmó: “De rodillas y con las manos en la cabeza los golpearon”, reportó El Universo.
A pesar de la minuciosa búsqueda, no se encontró la vaina percutida del disparo durante la diligencia. Sin embargo las unidades fiscales continuarán las indagaciones en torno al caso Las Malvinas.
Participación de oficial superior y situación legal
El teniente coronel Juan Francisco I. M., vinculado como cómplice en el caso el pasado 11 de abril, participó también en la reconstrucción. Según la Fiscalía, lideró un operativo tres días después de la desaparición, recuperando prendas de las víctimas en una acción que no respetó la cadena de custodia ni fue reportada formalmente.
A diferencia de los otros procesados que cumplen prisión preventiva, el teniente coronel enfrenta medidas cautelares en libertad. La instrucción fiscal del caso Las Malvinas, que investiga el delito de desaparición forzada, culminará el próximo 30 de abril de 2025.
La Fiscalía General del Estado prevé solicitar una audiencia preparatoria de juicio una vez cerrado el proceso de investigación. En esa se evaluará si se valida el mecanismo de colaboración eficaz ofrecido por los militares que ampliaron sus testimonios.
Comité de Derechos Humanos sobre la reconstrucción de hechos
Durante la diligencia estuvieron presentes representantes del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH). Mientras que, los familiares de las víctimas decidieron no asistir.
Abraham Aguirre, abogado del CDH que patrocina a las familias, calificó las agresiones detalladas como posibles actos de tortura. Lo argumenta debido a la gravedad de los golpes descritos. Señaló además que los delitos podrían agravarse y alcanzar condenas de hasta 35 años de prisión, considerando la minoría de edad de las víctimas y el abuso de poder ejercido por los militares.
“Se observa un patrón de violencia extrema e intencionalidad que podría ser considerado como tortura, además de la desaparición forzada”, explicó Aguirre.
En los próximos días, se espera que los peritajes sobre la ropa encontrada en Taura proporcionen nuevos elementos de prueba fundamentales para esclarecer el caso Las Malvinas.