El 24 de junio, la Iglesia católica celebra a San Juan Bautista, martirizado por anunciar a Jesús y condenar la inmoralidad de Herodes Antipas.
Orígenes y vocación
San Juan Bautista, hijo de Zacarías, un sacerdote, e Isabel, nació en Ain Karem, cerca de Jerusalén, en el siglo I a. C., según el Evangelio de Lucas (1:5-80). Primo de Jesús, su nacimiento fue anunciado por el arcángel Gabriel. Alrededor del 27 d. C., comenzó su ministerio en el río Jordán, llamando al arrepentimiento y bautizando a multitudes, incluyendo a Jesús (Mateo 3:13-17).
Proclamó a Jesús como el “Cordero de Dios” (Juan 1:29), y preparó el camino para su misión. Su predicación atrajo a fariseos, saduceos y publicanos, a quienes exhortó a la conversión.
Filosofía y espiritualidad de San Juan Bautista
La filosofía de Juan se centró en el arrepentimiento, la justicia y la preparación para el Reino de Dios. Su mensaje, “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca” (Mateo 3:2), urgió a un cambio moral. Rechazó la hipocresía religiosa y vivió en austeridad, simbolizando la renuncia a lo mundano.
Su bautismo, un rito de purificación, prefiguró el sacramento cristiano. Como profeta, fue la “voz que clama en el desierto” (Isaías 40:3), uniendo el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Martirio y canonización de San Juan Bautista
Juan fue arrestado por Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, por denunciar su matrimonio ilícito con Herodías, esposa de su hermano (Marcos 6:17-18). En 31 d. C., en la fortaleza de Maqueronte, Herodías manipuló a su hija Salomé para que pidiera la cabeza de Juan tras un baile (Mateo 14:6-11). Fue decapitado y su cabeza entregada en una bandeja.
Canonizado por aclamación popular, su santidad se basa en su martirio y su papel como precursor de Cristo. Es patrono de Jordania, Puerto Rico y numerosos gremios.
Celebración del 24 de junio
La festividad de San Juan Bautista se celebra el 24 de junio, fecha de su nacimiento, según la tradición litúrgica basada en Lucas 1:36, que sitúa su nacimiento seis meses antes del de Jesús.
En Jerusalén, la Iglesia de San Juan Bautista en Ain Karem acoge liturgias solemnes. En Puerto Rico, se realizan procesiones y baños rituales en ríos. La Orden de Malta lo venera como patrono.
Legado en la Iglesia de San Juan Bautista
El legado de Juan incluye su rol como puente entre el judaísmo y el cristianismo. Sus discípulos formaron comunidades que influyeron en los primeros cristianos (Hechos 19:1-7). Iglesias como la Basílica de San Juan de Letrán en Roma y la Catedral de San Juan en La Valeta llevan su nombre.
Su vida inspiró órdenes religiosas y movimientos penitenciales. Su cabeza, venerada como reliquia en Roma y Damasco, atrae peregrinos.
Contexto histórico
En el siglo I, Judea estaba bajo dominio romano, con tensiones religiosas y políticas. Los profetas como Juan surgieron en un contexto de expectativa mesiánica.
Su predicación desafió tanto a las autoridades judías como a las romanas, reflejando el fervor espiritual de la época. Su martirio bajo Herodes Antipas marcó un hito en la resistencia religiosa, preparando el terreno para la misión de Jesús.