La Iglesia Católica conmemora hoy a San Bernardino de Siena, un fraile franciscano que falleció el 20 de mayo de 1444, para honrar su labor como predicador y su devoción al Santísimo Nombre de Jesús.
Vida y obra de San Bernardino
San Bernardino de Siena, nacido el 8 de septiembre de 1380 en la Toscana, Italia, en el seno de la familia noble Albizeschi, quedó huérfano a temprana edad.
En 1400, a los 20 años, ayudó a los enfermos durante una plaga en Siena, experiencia que lo llevó a unirse a los franciscanos en 1402. Durante más de 30 años, predicó por toda Italia, atrayendo multitudes con sus sermones, según el Martirologio Romano.
Bernardino promovió la devoción al Nombre de Jesús mediante tablillas con el monograma “JHS”, que el público besaba al final de sus prédicas. Sus sermones abordaban temas como la caridad, la justicia y la armonía social, mientras denunciaba la corrupción y la codicia, según registros históricos del Vaticano.
Filosofía y reformas
Como miembro de la Orden de los Hermanos Menores, Bernardino se unió a la rama de la Observancia, conocida por su austeridad. En 1438, fue nombrado vicario general de los observantes, incrementando el número de conventos y promoviendo estudios teológicos, incluyendo la fundación del Estudio Teológico de Siena. Rechazó varias ofertas para ser obispo, priorizando su labor como predicador itinerante, según Vatican News.
Bernardino insistía en que el Nombre de Jesús debía ser el único lema de los cristianos, unificando a la sociedad. Fue acusado de introducir un culto novedoso, pero los papas Martín V, Eugenio IV y el Concilio de Basilea reconocieron su ortodoxia.
Canonización y legado de San Bernardino
Bernardino falleció el 20 de mayo de 1444 en Aquila, Abruzo. Según un relato histórico, su cuerpo sangró tras su muerte hasta que los ciudadanos en conflicto firmaron un pacto de paz. Fue canonizado el 24 de mayo de 1450 por el papa Nicolás V, apenas seis años después de su muerte, debido a su impacto espiritual y los milagros atribuidos a su intercesión.
Es santo patrono de los anunciantes, la publicidad, las personas con problemas respiratorios y adicciones al juego, además de ser venerado en la diócesis de San Bernardino, California, y en Italia. Su legado incluye la reforma de la Orden Franciscana y la difusión de la devoción al Nombre de Jesús.
Contexto y celebración
El 20 de mayo se celebra su festividad porque coincide con la fecha de su fallecimiento, siguiendo la tradición del santoral católico, según el Martirologio Romano.
Este día, los templos católicos honran su vida con misas y oraciones. En Aquila, se le dedicó un monumento en gratitud por su influencia en la pacificación de la ciudad.
La devoción al Nombre de Jesús, promovida por Bernardino, sigue vigente en la liturgia católica. Su énfasis en la justicia social y la caridad resuena en comunidades cristianas, mientras que su labor educativa fortaleció la formación de los franciscanos
Contexto en el Santoral Católico
El 16 de mayo también conmemora a otros santos, como San Juan Nepomuceno y San Ubaldo, según el Martirologio Romano. Sin embargo, San Simón Stock destaca por su impacto en la espiritualidad mariana. La Iglesia Católica asigna esta fecha para honrar su fallecimiento, siguiendo la tradición de celebrar a los santos en el día de su muerte, considerada su entrada al cielo.
La devoción al escapulario del Carmen trasciende fronteras, con especial relevancia en países como España, México y Filipinas. En iglesias y monasterios carmelitas, el 16 de mayo se realizan ceremonias para imponer el escapulario a nuevos fieles. Su mensaje de confianza en la Virgen María sigue inspirando a católicos a vivir una fe comprometida.