Orígenes y vocación
San Francisco Caracciolo, nacido Ascanio Caracciolo el 13 de octubre de 1563 en Villa Santa María, Abruzos, Italia, pertenecía a una familia noble. Desde niño mostró inclinación religiosa, recitando el rosario y visitando el Santísimo Sacramento.
A los 22 años, contrajo una enfermedad cutánea grave, similar a la lepra. Prometió dedicar su vida a Dios si se curaba, y tras una recuperación milagrosa en 1585, renunció a sus títulos nobiliarios y se trasladó a Nápoles para estudiar teología. Fue ordenado sacerdote en 1587 y se unió a la cofradía de los Blancos de la Justicia, dedicada a asistir a condenados a muerte.
En 1588, un error providencial cambió su vida. Recibió por equivocación una carta dirigida a otro Ascanio Caracciolo, escrita por Juan Agustín Adorno, que proponía fundar una nueva orden religiosa. Junto a Adorno y Fabricio Caracciolo, redactó las reglas de los Clérigos Regulares Menores, aprobadas por el papa Sixto V el 1 de julio de 1588.
Filosofía y obra de San Francisco Caracciolo
Su espiritualidad se centraba en la adoración perpetua del Santísimo Sacramento y la humildad. Los Clérigos Regulares Menores, también llamados “Adorno Fathers”, combinaban vida contemplativa y activa, con un cuarto voto de no aceptar dignidades eclesiásticas. Su lema, “Para la mayor gloria del Resucitado”, reflejaba su misión.
Escribió “Le sette stazioni sopra la Passione di N.S. Gesù Christo” (1710), un tratado sobre la Pasión, y promovió la exposición del Santísimo durante las “Cuarenta Horas”. Su vida austera incluía penitencias diarias, como ayuno y cilicio, y largas horas de oración.
Martirio y canonización
San Francisco murió el 4 de junio de 1608 en Agnone, Italia, durante la víspera de Corpus Christi, tras una fiebre severa. Al abrir su cuerpo, se halló su corazón con las palabras “El celo por tu casa me consume” grabadas, según registros eclesiásticos.
Fue beatificado por el papa Clemente XIV el 4 de junio de 1769 y canonizado por el papa Pío VII el 24 de mayo de 1807. Su canonización se basó en milagros, como la curación de un inválido en 1608, y su vida de virtud heroica.
Celebración del 4 de junio
La festividad de San Francisco Caracciolo se celebra el 4 de junio, fecha de su muerte en 1608, según el Martirologio Romano.
En Nápoles, donde es copatrono desde 1838, se ofician misas solemnes en la iglesia de Santa María di Monteverginella, donde descansan sus restos. También es venerado en Villa Santa María y Agnone.
Legado en la Iglesia de San Francisco Caracciolo
El legado de San Francisco perdura en los Clérigos Regulares Menores, que promueven la adoración eucarística y la caridad. Su devoción al Santísimo influyó en prácticas litúrgicas como las Cuarenta Horas.
Desde 1996, es patrono de los cocineros italianos, por la tradición culinaria de Villa Santa María. Sus reliquias en Nápoles atraen peregrinos, y su vida inspira la humildad y el servicio.
Contexto histórico
En el siglo XVI, tras el Concilio de Trento, la Iglesia buscaba reformarse frente al protestantismo. La fundación de los Clérigos Regulares Menores, aprobada por los papas Gregorio XIV (1591) y Clemente VIII (1592), respondió a la necesidad de órdenes religiosas que combinaran contemplación y apostolado.
La persecución y las reformas marcaron la vida de Caracciolo, quien enfrentó oposición por su rigor.