El 3 de mayo se conmemora la fiesta litúrgica de Santos Felipe y Santiago el Menor, apóstoles de Cristo, en la Iglesia universal, canonizados por su evangelización y martirio. Su festividad destaca su rol en la fundación del cristianismo.
Felipe y Santiago el Menor, discípulos de Jesús, vivieron en el siglo I en Judea. Sus vidas están documentadas en los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.
Vida y obra de los Santos Felipe y Santiago
Felipe, originario de Betsaida, fue uno de los primeros apóstoles llamados por Jesús. Predicó en Samaria y Asia Menor, según la tradición, y convirtió a muchos con milagros.
Santiago, hijo de Alfeo, lideró la Iglesia en Jerusalén y escribió la Epístola de Santiago, un texto del Nuevo Testamento. Ambos fueron mártires: Felipe crucificado en Hierápolis (actual Turquía) y Santiago apedreado en Jerusalén.
Filosofía y misión
La filosofía de ambos apóstoles se centraba en la difusión del mensaje de Cristo. Felipe destacó por su apertura a los gentiles, mientras Santiago enfatizó la fe activa y la justicia, como refleja su epístola. Su compromiso con la predicación los llevó a enfrentar la persecución.
Felipe y Santiago fueron venerados como santos desde los primeros siglos por su cercanía a Jesús y su martirio. Su culto se formalizó en el Martirologio Romano. Felipe inspira la evangelización misionera, y Santiago, la liderazgo eclesiástico. Sus reliquias se conservan en Roma, en la Basílica de los Santos Apóstoles.
Contexto histórico
En el siglo I, el cristianismo naciente enfrentaba oposición romana y judía. Los apóstoles, como Felipe y Santiago, fueron clave en expandir la fe más allá de Judea.
Santiago, como líder en Jerusalén, fortaleció la comunidad cristiana primitiva, mientras Felipe llevó el Evangelio a regiones paganas.
Celebración actual de los Santos Felipe y Santiago
El 3 de mayo, día tradicional de su martirio, es su fiesta litúrgica, trasladada desde el 1 de mayo tras la reforma del calendario litúrgico en 1955. Se realizan misas en su honor, especialmente en Roma y comunidades católicas. Sus vidas inspiran a misioneros y líderes eclesiásticos.
La importancia del santoral católico
El santoral católico, que asigna un día del año a cada santo, es una tradición esencial en la Iglesia Católica, conmemorando figuras como San Pío V (30 de abril) o San Florián (4 de mayo). Este calendario litúrgico, organizado en el Martirologio Romano, celebra la vida, obras y virtudes de los santos, ofreciendo modelos de fe, caridad y sacrificio para los fieles.
Cada fecha invita a la reflexión y oración, fortaleciendo la identidad cristiana. El santoral preserva la memoria histórica de quienes moldearon la doctrina y ética católica, desde mártires hasta reformadores. Además, conecta comunidades globales mediante celebraciones litúrgicas, procesiones y devociones.
Su relevancia trasciende lo religioso, influyendo en la cultura, el arte y la educación teológica. En un mundo moderno, el santoral sigue siendo una guía espiritual, recordando valores de servicio y compromiso. Así, fortalece la cohesión eclesiástica y el sentido de continuidad histórica, siendo un pilar de la espiritualidad católica.