La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), con sede en Suiza, emitió un comunicado este sábado en su perfil oficial de Facebook, acusando al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de obstaculizar la distribución de paquetes de alimentos a cientos de miles de palestinos.

Según la organización, Hamás ha realizado “amenazas directas” que han imposibilitado las operaciones de entrega, poniendo en riesgo “vidas inocentes”.

“(Esto) imposibilita que continuemos operando hoy sin poner en peligro vidas inocentes”, señaló el comunicado. La GHF afirmó que Hamás busca “volver al sistema disfuncional que antes controlaba y explotaba, desviando la ayuda, manipulando los procesos de distribución e impulsando sus propios intereses por encima de las necesidades”.

A pesar de las amenazas, la GHF aseguró que no se detendrá en su misión. “Nos comprometemos a proporcionar ayuda de forma neutral y segura, garantizando que los paquetes de alimentos lleguen a la población. Actualmente, trabajamos intensamente para adaptar nuestras operaciones a estas amenazas y tenemos la intención de reanudar la distribución de alimentos sin demora”, agregó.

Críticas de la ONU y organizaciones humanitarias

La GHF enfrenta críticas de Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias, que consideran que su sistema de distribución incumple las normas internacionales de neutralidad. Estas críticas se centran en la participación de seguridad privada y el Ejército israelí, que vigilan los perímetros de los cuatro puntos de entrega.

La ONU y grupos de ayuda han rechazado cooperar con el plan, argumentando que “parece diseñado para usar la ayuda como arma” y que no puede satisfacer las necesidades de los 2.3 millones de habitantes de Gaza.

El secretario general de la ONU exigió una “investigación inmediata e independiente” tras reportes de las autoridades gazatíes que denuncian más de cien muertos y 1.000 heridos por disparos de tropas israelíes en las cercanías de los puntos de distribución.

Según la ONU, el sistema de la GHF pone en riesgo a civiles y viola principios humanitarios como la imparcialidad y la independencia.

El Ejército israelí ha negado haber disparado contra civiles, afirmando que en algunos casos se realizaron “disparos de advertencia” hacia sospechosos que se desviaron de rutas designadas, a unos 500 metros de los sitios de entrega. La GHF, por su parte, sostiene que las operaciones en sus sitios se han realizado “sin incidentes” dentro de las áreas seguras.

Contexto de la crisis humanitaria en Gaza

La actual crisis en Gaza se remonta a la ofensiva israelí iniciada tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023. Esta dejó 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según el Gobierno israelí. La respuesta militar ha causado 54.650 muertos y 125.500 heridos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí. Aunque las cifras no han sido verificadas de forma independiente.

Israel impuso un bloqueo total de ayuda humanitaria el 2 de marzo de 2025, que duró 11 semanas, exacerbando el riesgo de hambruna.

En mayo, bajo presión internacional, Israel permitió la entrada de 665 camiones con alimentos. Sin embargo, la ONU señaló que esto es insuficiente para las necesidades de la población, con 500.000 personas enfrentando riesgo de inanición.

La GHF, respaldada por Estados Unidos e Israel, comenzó a operar el 27 de mayo de 2025, distribuyendo 8.000 cajas de alimentos equivalentes a 462.000 comidas en su primera semana. Sin embargo, la organización ha enfrentado caos en los sitios de distribución, con multitudes desbordando vallas y reportes de disparos.

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Polémica por el sistema de distribución

El sistema de la GHF ha sido criticado por su estructura, que limita la distribución a cuatro centros en el sur y centro de Gaza, frente a los 400 puntos que operaba la ONU antes del bloqueo. Organizaciones como Oxfam y el Consejo Noruego para Refugiados han advertido que las ubicaciones son inaccesibles para muchos.