La modelo y deportista María Teresa ‘La Flaca’ Guerrero atraviesa una de las batallas más duras de su vida: la recuperación tras someterse a una cirugía por cáncer de ovario. Aunque el procedimiento quirúrgico fue catalogado como exitoso por los médicos, el proceso posterior ha estado acompañado de fuertes dolores. Además, ha enfrentado cansancio físico y un tratamiento médico que todavía no concluye.
Con 45 años, la presentadora ha compartido de manera honesta y directa los momentos más difíciles de su recuperación. Muestra que detrás de la sonrisa que el público conoce también hay un camino lleno de retos. Su testimonio no solo revela la crudeza de la enfermedad, sino también la fuerza con la que se enfrenta a ella.
Una cirugía extensa y dolorosa
Durante la operación, a Guerrero se le extrajeron los ovarios, las trompas de Falopio y el epiplón abdominal, órganos comprometidos por la enfermedad. Fue un procedimiento de alto riesgo, que dejó como consecuencia una gran cicatriz que atraviesa su abdomen.
A través de Instagram, la deportista mostró imágenes en las que se aplica calor sobre el vientre para aliviar las molestias postoperatorias. En otra publicación, enseñó sin filtros la cicatriz que es ahora parte de su historia. “La operación fue un éxito, pero duele”, confesó en el pie de la publicación, con la sinceridad que la caracteriza.
La Flaca Guerrero enfrenta quimioterapia y un largo tratamiento
La cirugía, sin embargo, es apenas una parte del camino. Guerrero deberá someterse a dos quimioterapias adicionales, además de un tratamiento oral que se extenderá durante dos años. A esto se suman controles médicos periódicos para vigilar cualquier posible reaparición del cáncer.
En su relato, no oculta lo agotador que resulta este proceso. “Esto no es fácil, es doloroso, es tedioso. ¡Estoy cansada!”, expresó. Deja al descubierto el impacto físico y emocional de un tratamiento que, en ocasiones, resulta más duro de lo que la gente imagina.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por María Teresa Guerrero (@flacaguerrerog)
El impacto emocional del cáncer
Más allá de lo físico, la modelo reflexionó sobre la carga emocional y social que enfrentan quienes viven con un diagnóstico de cáncer. Recordó que no basta con salir del quirófano. Luego comienza otra etapa de adaptación: los efectos secundarios de los tratamientos, la fragilidad del cuerpo y la necesidad de reencontrarse con la vida cotidiana.
Guerrero destacó que muchas veces la sociedad espera fortaleza constante de los pacientes, sin dimensionar el verdadero peso del proceso. “No es solo la cirugía, es volver a empezar, es aprender a vivir con todo lo que esto implica”, reflexionó. Resalta la importancia de la empatía y la comprensión hacia quienes atraviesan una enfermedad de este tipo.
Fe y resiliencia como motores
En medio de los momentos más duros, ‘La Flaca’ asegura que su fortaleza proviene de la espiritualidad. Con fe en Dios, ha encontrado calma y paciencia para seguir adelante en su recuperación. “Dios me dice que tenga paciencia”, expresó, convencida de que la esperanza es una herramienta poderosa para sobrellevar las pruebas.
Su experiencia ha trascendido lo personal y se ha convertido en un mensaje de conciencia y apoyo para otros pacientes. Con valentía, visibiliza lo que significa enfrentar el cáncer. Recuerda que la lucha no se libra en soledad y que la resiliencia puede transformar el dolor en aprendizaje.