En sus doce años como líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco impulsó reformas significativas, pero también otros temas quedaron pendientes. Reformas como la inclusión, la transparencia financiera y el acercamiento a los fieles destacaron durante su gestión. Algunos de sus objetivos enfrentaron resistencias internas y externas, dejando pendientes cambios estructurales en la institución. Desde su elección en 2013, el pontífice argentino ha promovido una Iglesia más abierta y cercana a los marginados.
El papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, asumió el papado con un enfoque renovador, buscando una Iglesia “pobre y para los pobres”. Entre sus logros más destacados están las reformas de las finanzas vaticanas en la Iglesia Católica. Esto incluyó la creación de la Secretaría para la Economía en 2014 para supervisar los recursos de la Santa Sede. Esta medida buscó combatir la opacidad y los escándalos financieros que marcaron décadas anteriores. Además, Francisco promovió la transparencia en casos de abuso sexual clerical.
En el año 2019 estableció normas globales para investigar denuncias y proteger a las víctimas, un paso crucial tras años de críticas por la gestión de estos casos. En el ámbito doctrinal, el pontífice enfatizó la misericordia y la inclusión. Su exhortación apostólica Amoris Laetitia (2016) abrió la puerta a que los divorciados puedan acceder a los sacramentos en ciertos casos. Aquello significó una reforma que generó debate entre sectores tradicionales de la Iglesia Católica. Asimismo, Francisco abogó por el diálogo interreligioso y la defensa del medio ambiente, con su encíclica Laudato Si’ (2015). Allí posicionó a la Iglesia como una voz relevante en la lucha contra el cambio climático.
Varias reformas de la Iglesia Católica no fueron muy bien aceptadas
A pesar de estos avances, varias reformas impulsadas por el Papa Francisco han enfrentado oposición dentro de la propia Iglesia Católica. Uno de los temas más controvertidos ha sido la posibilidad de ordenar sacerdotes casados. Especialmente en regiones remotas, como la Amazonía, propuesta en el Sínodo de 2019. Aunque el pontífice expresó apertura a esta idea, la resistencia de sectores conservadores llevó a que no se implementara. Aquello ha mantenido el celibato obligatorio para los sacerdotes latinos. Este debate reflejó las tensiones entre la tradición y la necesidad de adaptar la Iglesia a contextos modernos.
Otro desafío pendiente es el rol de las mujeres en la Iglesia. Francisco promovió una mayor participación femenina, nombrando a mujeres en cargos administrativos en el Vaticano. Una de ellas es Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos desde 2017. Sin embargo, la ordenación de mujeres como diaconisas, un tema discutido en sínodos recientes, no ha avanzado. Aquello ha enfrentado oposición de sectores que consideran esta posibilidad contraria a la doctrina.
La reforma de la Curia Romana, el cuerpo administrativo del Vaticano, también ha sido un objetivo parcialmente alcanzado. En 2022, Francisco promulgó la constitución apostólica Praedicate Evangelium. Con ello reorganizó la Curia para hacerla más eficiente y orientada a la evangelización. No obstante, la implementación de estas reformas ha sido lenta, y persisten críticas sobre la burocracia y la resistencia al cambio en algunos dicasterios.
Contexto y relevancia global de las reformas del Papa Francisco
El pontificado de Francisco se desarrolló en un contexto de desafíos globales y reformas para la Iglesia Católica. Debido a esto enfrentó una disminución de fieles en Europa y América del Norte, aunque mantuvo un crecimiento en África y Asia. Según datos del Anuario Pontificio de 2024, la Iglesia cuenta con aproximadamente 1.300 millones de católicos en el mundo, pero la secularización y los escándalos han afectado su influencia en ciertas regiones. En este escenario, el Papa Francisco buscó revitalizar la misión de la Iglesia, promoviendo un enfoque pastoral que priorice la cercanía con los fieles.
Sus viajes internacionales, como la visita a Ecuador en 2015 o a países como Irak y Mongolia, reforzaron su imagen como un líder global comprometido con la paz y el diálogo. Sin embargo, su decisión de no visitar Argentina, su país natal, en doce años de papado siempre generó preguntas, aunque el pontífice no aclaró públicamente las razones.
A sus 88 años, el Papa Francisco falleció este lunes 21 de abril del 2025. En los últimos años, enfrentó problemas de movilidad y hospitalizaciones. Aquello intensificó el debate sobre una posible renuncia, un precedente establecido por Benedicto XVI en 2013. El papa siempre descartó esa opción y se enfocó en avanzar en su agenda de reformas a la Iglesia Católica.