En al menos 18 ciudades de Irán, incluyendo Isfahán, Kermán e Ilam, se ha prohibido pasear perros en espacios públicos. Así informaron medios locales y la agencia AFP. Las autoridades justifican la medida por motivos de “seguridad, salud y orden público”. Se considera a los perros como animales “impuros” y símbolos de “occidentalización“. La infracción puede derivar en acciones legales y terminar en la cárcel.
La prohibición, que se ha extendido recientemente a nuevas ciudades, refleja la postura del régimen teocrático iraní. Desde la Revolución Islámica de 1979, Irán, ha asociado a los perros con influencias culturales occidentales. En 2021, 75 legisladores propusieron una ley. Esta imponía multas de hasta 800 dólares por la tenencia, transporte o paseo de perros, gatos y otros animales, calificándolos como un “problema social destructivo”.
Los perros son considerados “impuros” en Irán
Pese a que el proyecto no es aprobado, las restricciones locales han ganado fuerza, especialmente en regiones conservadoras. A pesar de las medidas, la tenencia de perros en Irán ha aumentado, particularmente entre los jóvenes. Muchos lo ven como un acto de resistencia contra las políticas restrictivas del gobierno. En Teherán, muchos propietarios continúan paseando a sus mascotas en parques y calles.
Muchas personas desafían las normas, aunque la aplicación de las sanciones es irregular. Según Payam Mohebi, presidente de la Asociación Veterinaria de Irán, las autoridades han creado “prisiones” para mascotas confiscadas. Allí, los animales son retenidos en condiciones precarias, sin agua ni comida adecuada, mientras los dueños enfrentan procesos legales.
Históricamente, Irán es pionero en leyes de bienestar animal en Oriente Medio, con regulaciones aprobadas en 1948. Sin embargo, tras la Revolución Islámica, la percepción de los perros en Irán cambió drásticamente. El Ministerio de Cultura y Orientación Islámica prohibió en 2010 la publicidad de productos para mascotas, y en 2014 se propuso castigar con multas y azotes a quienes pasearan perros, iniciativa que no prosperó.
Deben ser usados solo para pastoreo o seguridad
Las restricciones han generado críticas por parte de activistas y ciudadanos, quienes argumentan que estas medidas limitan las libertades individuales. En Irán, actos como desafiar la obligatoriedad del hiyab o asistir a fiestas clandestinas son formas de rebelión, En cambio, tener un perro se ha convertido en un símbolo de oposición al régimen.
La fiscalía de Hamedan, por ejemplo, ha declarado que pasear perros amenaza “la salud pública y la paz”, una postura respaldada por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Él, en el año 2017 calificó la tenencia de perros como “reprobable” salvo para fines de caza, pastoreo o seguridad. Las autoridades locales continuarán aplicando estas restricciones, aunque la resistencia de los ciudadanos sugiere que el debate sobre las libertades individuales.