Obras, eso es lo que piden los habitantes de la parroquia Venus del Río Quevedo, una de las más pobladas del cantón Quevedo. Ellos indicaron que hay sectores que permanecen en total abandono, donde deben ingeniárselas para transitar.  
El mal arreglo de las calles es una de las principales prioridades del sector. Los huecos se vuelven lagunas con tan solo unas cuantas lluvias.

“En invierno, el principal problema son las inundaciones, poco falta para que la gente salga en canoas en ciertos lugares que están realmente abandonados”, dijo Mary Peralta, precisando que hay sitios donde urge la colocación de ductos cajones.

Para Marco Pérez, la prioridad es el agua potable, pues asegura que hay ocasiones que por semanas al sitio no llega el líquido y deben abastecerse por medio de pozos o tanqueros.  
“La gente no tiene agua ni para el baño, pasamos calamidades y a nadie le importa lo que uno debe hacer para poder abastecerse”, dijo Pérez.
A la falta de agua potable y al mal estado de las calles, se suma la delincuencia. Las organizaciones delictivas han tomado fuerza en la parroquia, donde los robos, asaltos y la venta de drogas preocupa a los vecinos de La Venus.
“Los atentados, personas heridas o los robos son frecuentes, pero pese a que hay operativos, no son suficientes, la parroquia es extensa y se quedan muchos sectores sin vigilancia policial”, se indicó.
Muchas luminarias solo están de ‘adorno’, los moradores indicaron que en ciertos casos los delincuentes las dañan para cometer ilícitos sin ser observados.