La milanesa, un plato emblemático de la cocina argentina, puede prepararse en cualquier hogar con técnicas sencillas, ingredientes accesibles y guarniciones variadas.
Puede prepararse con pollo o carne. Tradicionalmente, en Argentina, se usa carne bovina (como nalga o cuadrada), pero también es común usar pechuga de pollo como alternativa.
Ingredientes y paso a paso para una milanesa perfecta
Para una milanesa clásica se necesitan cortes finos de carne (nalga, cuadrada o peceto, de 500 gramos para 4 personas), 2 huevos, 200 gramos de pan rallado, 100 gramos de harina, sal, pimienta y aceite para freír. Opcionalmente, se puede usar perejil o ajo en el rebozado.
El proceso comienza cortando la carne en filetes de 5 milímetros de grosor. Luego, se salpimientan y se pasan por harina, huevo batido y pan rallado, presionando para que el empanado quede uniforme. Se fríe en aceite caliente (170°C) durante 2-3 minutos por lado, garantizando una textura crujiente.
Técnicas para su preparación
Controlar la temperatura del aceite es clave: si está demasiado frío, la milanesa absorbe grasa; si está muy caliente, se quema. Usar un termómetro de cocina o probar con un trozo de pan ayuda a verificar. Escurrir en papel absorbente tras freír reduce el exceso de aceite.
Para una opción más saludable, se puede hornear a 200°C durante 20 minutos, rociando con aceite en aerosol. Esto reduce calorías sin sacrificar sabor. Golpear los filetes antes de empanar los ablanda y asegura una cocción uniforme.
Contexto cultural de esta delicia gastronómica
La milanesa, de origen italiano (cotoletta alla milanese), llegó a Argentina con inmigrantes en el siglo XIX. Hoy es un plato nacional, servido en hogares y restaurantes. Actualmente, su consumo se ha extendido a diversos países, especialmente de América Latina, como Ecuador.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, el consumo de carne bovina, base de la milanesa, alcanzó 50 kilos por persona en 2024.
Mejores acompañamientos para la milanesa
Las guarniciones clásicas incluyen papas fritas (cortadas en bastones, fritas a 180°C durante 10 minutos) y ensalada mixta (lechuga, tomate y cebolla, aliñada con aceite y vinagre). Otras opciones populares son puré de papas (500 gramos de papas hervidas, 50 gramos de manteca, 100 ml de leche) o verduras asadas (calabacín y berenjena, horneadas a 180°C).
Para un toque moderno, se sugiere ensalada de rúcula y parmesano o papas al horno con romero. Bebidas como vino tinto malbec o gaseosas complementan el plato. Sin embargo, todo depende del gusto del comensal.
Consejos finales para servir
Cortar la milanesa en tiras facilita su consumo. Servirla caliente asegura que el empanado mantenga su crocancia. Acompañar con limón para rociar al gusto es una tradición argentina.