Julio Rangel, el carismático maquillador apodado ‘Julito’, falleció el 24 de abril de 2025, a los 38 años. Su partida conmocionó al mundo del entretenimiento, donde transformó rostros de famosas con su arte.
La farándula ecuatoriana está de luto. Julio Rangel, o ‘Julito’ como lo llamaban con cariño, dejó un vacío imborrable tras su fallecimiento el 24 de abril de 2025. Con solo 38 años, este maquillador se convirtió en un referente de la belleza nacional, trabajando con figuras como Marián Sabaté, Katty Elisa y Claudia Camposano. Su talento adornó portadas de revistas y suplementos de Granasa, como Semana y Expresiones.
Horas antes de su partida, una solicitud de ayuda circuló en redes, alertando a sus seguidores. La cantante Arianna Mejía, desde Estados Unidos, confirmó su hospitalización y, más tarde, su deceso en Instagram: “Mi corazón está roto, Julito se fue”. Marián Sabaté, cercana amiga, escribió: “Siempre te recordaré con humor y alegría, talento y ambición. Paz en tu tumba”.
Julito comenzó su carrera a los 16 años, descubriendo el maquillaje mientras trabajaba para el Municipio de Guayaquil. Desde entonces, su pasión por realzar la belleza lo llevó a perfeccionarse en Brasil, su “segunda patria”, bajo la tutela del artista Dicesar Ferreira Dos Santos.
Julito tenía un estilo que rompía moldes
Con un guardarropa vibrante que él mismo diseñaba, Julito era un torbellino de color. Coleccionaba 40 perfumes y nunca repetía fragancia. En 2023, en un reportaje para Extra, habló de su amor por la moda brasileña y su enfoque único. “Mi estilo es mi firma”, decía, mientras mostraba maquillajes de fantasía en redes, con brillos y sombras audaces.
Durante la pandemia, cuando el maquillaje quedó en pausa, Julito no se rindió. Vendió ceviches y caldo de bolas para mantenerse, demostrando su espíritu emprendedor. Su escuela de maquillaje, fundada hace 10 años, formó a decenas de emprendedoras con certificados avalados por el Ministerio de Trabajo y Senescyt.
El impacto de Julito trascendió los pinceles. Colaboró con reinas de belleza, modelos y artistas, dejando su sello en eventos y producciones nacionales. Su trabajo en suplementos como Dominguero de Granasa definió la estética farandulera de Ecuador.
Un legado que no se borra
Aunque las causas de su muerte no se han esclarecido, el gremio de maquilladores llora su pérdida. “Julito era luz, innovación y carisma”, expresó Katty Elisa en redes. Comparado con figuras como Bobby Andino, otro pionero del maquillaje ecuatoriano, Julio Rangel marcó una era con su enfoque vanguardista.
Su amor por Brasil lo llevó a viajar constantemente, absorbiendo tendencias que luego adaptaba al estilo ecuatoriano. “Cada rostro era un lienzo”, decía Julito en sus talleres. Hoy, su legado vive en las emprendedoras que formó y en los looks que inmortalizó.
La farándula no será la misma sin ‘Julito’. Sus brochas, su risa y su energía seguirán inspirando a quienes creen que la belleza es arte.