El alcalde de la ciudad de Cebú, Tomás Osmeña, ofreció a sus electores mil dólares por cada delincuente que ejecuten.
Esta es una de las ciudades filipinas más inseguras y con más índices de criminalidad, según el Gobierno.
«La recompensa por herir a un criminal es de 250 dólares y mil por matarlo», señaló Osmeña, según el diario filipino Inquirer.
El alcalde aclaró que la recompensa también está prevista para las fuerzas de seguridad.
Quien lo haga recibirá la paga sólo si la ejecución está justificada y la llevan adelante con el arma reglamentaria.
El polémico método se enmarca en las declaraciones del presidente filipino, Rodrigo Duterte, quien defiende las ejecuciones extrajudiciales de ladrones.
En dicho país se ejecuta también a los drogadictos, según el presidente Duterte, para reducir la delincuencia.
Según la ONG, Human Rights Watch, Duterte, es el responsable de un grupo de sicarios, conocidos como los Escuadrones de la Muerte, que habrían matado a más de mil supuestos criminales.
«Lo importante es que los ladrones tengan miedo. Esto es una advertencia«, explicó Osmeña.
El alcalde también instó a los delincuentes a abandonar la ciudad, la segunda más grande del país, si no quieren morir.
El alcalde filipino, nieto del ex presidente Sergio Osmeña, también se tomó un momento para ilustrar las situaciones en las que se pueda aplicar su método.
«Hay un robo, los civiles acuden a rescatar a las víctimas y disparan al ladrón. En ese momento tendr+án su recompensa», afirmó. el alcande.
