La campaña “El Agua Nos Une”, liderada por Ayuda en Acción, se implementa en las provincias de Chimborazo y Santa Elena para garantizar acceso a agua potable y reducir la desnutrición crónica infantil. Iniciada en San Andrés y Manglaralto, la campaña responde a la crisis hídrica que afecta a comunidades rurales, donde el 60% de la población consume agua contaminada, lo que agrava problemas de salud y desarrollo en niños y niñas. Financiada por la Unión Europea, la iniciativa busca transformar la realidad de estas zonas mediante sistemas de agua, educación y reforestación.
Agua como eje de vida y desarrollo
En Ecuador, tres de cada diez personas consumen agua no apta para el consumo, un problema que se intensifica en áreas rurales. En Chimborazo, el 35,1% de los menores de dos años enfrenta desnutrición crónica, mientras que en Santa Elena la cifra alcanza el 29,8%. La falta de agua potable, higiene y saneamiento adecuado es un factor clave en estas estadísticas, según datos oficiales. La campaña “El Agua Nos Une” surge como parte del proyecto “San Andrés y Manglaralto, Territorios Libres de Desnutrición”, que prioriza el acceso al agua segura como estrategia para mejorar la salud infantil.
El proyecto incluye la construcción y rehabilitación de 12 sistemas de agua potable, cinco de ellos de alcance regional y siete comunitarios. Además, se instalarán 33 sistemas de cloración para garantizar la calidad del agua. Estas acciones se complementan con esfuerzos de reforestación de especies nativas y manejo sostenible de cuencas, en colaboración con las Juntas Administradoras de Agua Potable (JAAP) y gobiernos locales.
Formación y empoderamiento comunitario
Un pilar fundamental de la campaña es la participación activa de las comunidades. A través de la Escuela Nacional del Agua, líderes y lideresas de San Andrés y Manglaralto reciben capacitación en gestión de sistemas hídricos, conservación y prácticas de higiene. Este enfoque fortalece la autonomía local y promueve la sostenibilidad de los recursos hídricos. Fiorella Mackliff, directora país de Ayuda en Acción, subraya: “Las comunidades no son solo beneficiarias, sino protagonistas que defienden y cuidan el agua cada día”.
La campaña también destaca por su componente comunicacional. Videos producidos con las voces de los habitantes de estas zonas muestran cómo el agua es esencial para cultivar, criar animales, cocinar y curar. Estas historias buscan visibilizar la lucha diaria por el acceso al agua y su impacto en la vida comunitaria.
Contexto de una crisis hídrica persistente
La falta de agua potable en Ecuador es un desafío estructural. Según datos nacionales, el acceso a agua segura en zonas rurales es limitado, lo que incrementa los riesgos de enfermedades y desnutrición, especialmente en niños. En este contexto, iniciativas como “El Agua Nos Une” representan un esfuerzo integral para abordar no solo la infraestructura, sino también la educación y la gestión comunitaria. La financiación de la Unión Europea, a través de la estrategia Global Gateway, refuerza el compromiso internacional con el desarrollo sostenible en el país.
Hacia un futuro sostenible
La campaña “El Agua Nos Une” no solo busca soluciones inmediatas, sino también un impacto a largo plazo. La combinación de infraestructura, educación y conservación apunta a crear territorios resilientes frente a los desafíos hídricos. En San Andrés y Manglaralto, el agua se convierte en un símbolo de unidad y esperanza, donde las comunidades lideran su propio cambio. Con estas acciones, Ayuda en Acción reafirma su compromiso con un Ecuador libre de desnutrición, donde el acceso al agua potable sea una realidad para todos.