El Gobierno de Ecuador, presidido por Daniel Noboa, dispuso el 19 de septiembre de 2025, en todo el país, la instalación de mesas técnicas para actualizar las tarifas de transporte luego de la eliminación del subsidio al diésel, medida que generó protestas y un paro nacional convocado por la Conaie.
Revisión de tarifas tras eliminación del subsidio
La disposición oficial establece que todas las entidades públicas y los transportistas de las diferentes modalidades participen en este proceso. El objetivo es equilibrar el costo del servicio frente al nuevo precio del diésel, que ahora alcanza los 2,80 por galón.
El comunicado difundido por la Secretaría General de Comunicación señala que la actualización de tarifas busca proteger la economía de los ciudadanos y mantener la sostenibilidad del transporte. Además, enfatiza que el Estado lidera este proceso de ajustes en medio de un escenario marcado por las recientes movilizaciones sociales.
Aunque el Gobierno ha ofrecido compensaciones por 220 millones a 23 mil transportistas, quienes deberán registrarse para acceder a los beneficios, la incertidumbre sobre un posible incremento en las tarifas urbanas genera debate en las principales ciudades.
Postura de autoridades locales y organizaciones
Los alcaldes de Quito y Guayaquil rechazaron un eventual aumento en el pasaje del transporte urbano, argumentando que afectaría directamente a la población más vulnerable. En contraste, dirigentes de la transportación interprovincial y de carga consideran que una actualización tarifaria resulta necesaria para cubrir los costos operativos.
En paralelo, la Conaie, junto a organizaciones indígenas como la Fenocin y colectivos de Cotopaxi, mantienen su convocatoria a una movilización indefinida desde el 21 de septiembre de 2025. Sin embargo, hasta ahora los gremios de transportistas han descartado sumarse al paro nacional.
El Ejecutivo insiste en que el diálogo es la vía para alcanzar acuerdos, aunque las tensiones sociales persisten en varias provincias.
Contexto de la eliminación del subsidio
La decisión de retirar el subsidio al diésel, vigente durante décadas en Ecuador, se tomó con el argumento de liberar recursos fiscales y destinar fondos a programas sociales. No obstante, este cambio impactó de manera directa en sectores como el transporte y la producción agrícola, que dependen de este combustible.
Expertos advierten que, sin una política de control en tarifas y compensaciones efectivas, podrían generarse incrementos en el costo de vida. De allí la importancia de las mesas técnicas que, según el Gobierno, permitirán definir un nuevo esquema tarifario con participación de todos los actores involucrados.
Mientras tanto, el país se mantiene en expectativa frente al desarrollo de las protestas convocadas por organizaciones sociales, que buscan revertir la decisión del Ejecutivo.