En abril un niño falleció por dengue en la ciudadela El Florón, en Portoviejo. En este sector hay alertas por posible casos de fiebre amarilla y tosferina, mientras Ecuador registra un alza de enfermedades vectoriales en 2025.
En la ciudadela El Florón, Portoviejo, un niño de 7 años murió por dengue grave el 27 de abril de 2025, mientras se reportan posibles casos de fiebre amarilla y tosferina, según Jairo Alcívar, presidente del Comité Local de Salud. El aumento de enfermedades vectoriales, con 19.741 casos de dengue a nivel nacional, se atribuye a condiciones hidrosanitarias deficientes y factores climáticos.
En este sector, las autoridades locales han encendido las alarmas por un incremento de enfermedades transmitidas por mosquitos. Jairo Alcívar, presidente del Comité Local de Salud, informó que, además de un caso confirmado de dengue grave que causó la muerte de un menor el 27 de abril, hay sospechas de fiebre amarilla y tosferina. “Creemos que sí existen casos, pero el Ministerio de Salud Pública debe confirmar la información”, afirmó Alcívar.
El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, es la principal preocupación en la zona. Alcívar señaló que, pese a alertas previas, las autoridades solo implementaron un cerco epidemiológico tras el fallecimiento del niño. Las condiciones hidrosanitarias en El Florón, con reboses recurrentes de aguas servidas y un sistema de alcantarillado colapsado, facilitan la proliferación de mosquitos.
A nivel nacional, el Ministerio de Salud reporta un aumento significativo de enfermedades vectoriales en 2025. Hasta la semana epidemiológica (SE) 18, se registran 19.741 casos de dengue, frente a 61.400 en 2024 y 27.906 en 2023. Este año, el dengue ha causado 10 fallecidos, con las provincias de Guayas (3.759 casos), Manabí (2.850), Napo (2.398) y Zamora Chinchipe (1.738) como las más afectadas.
Fiebre amarilla, dengue y otras amenazas
La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos Aedes y Haemagogus, pasó de 4 a 6 casos en una semana, con registros en Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Loja y Tungurahua. En 2024, se reportó un caso importado, y el brote de 3 casos en Sucumbíos (2017) mantiene la vigilancia activa por su potencial epidémico.
Otras enfermedades vectoriales también han incrementado su incidencia. La leishmaniasis, transmitida por flebótomos, registra 513 casos en 2025, frente a 290 hace dos meses, con Pichincha como principal foco. La malaria, causada por mosquitos Anopheles, pasó de 103 a 184 casos, afectando principalmente a Pastaza (114 casos) y Morona Santiago (48).
Chagas y bartonellosis en ascenso
La enfermedad de Chagas, transmitida por chinches triatominos, reporta 45 casos en 2025, un aumento desde los 16 de meses anteriores. Además, se confirmó un caso de bartonellosis, una enfermedad esporádica caracterizada por fiebre alta. En contraste, chikungunya y zika muestran baja actividad, con un caso importado de chikungunya en 2023 y ningún caso de zika desde 2018.
El aumento de estas enfermedades está ligado a factores como el cambio climático, que prolonga las temporadas de lluvias, y la urbanización descontrolada, que crea criaderos de mosquitos. La falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y saneamiento, agrava la situación, especialmente en comunidades vulnerables como El Florón.
Esfuerzos de control y desafíos para enfrentar el dengue
El Ministerio de Salud ha intensificado la vigilancia epidemiológica y el control de vectores, con fumigaciones y campañas de eliminación de criaderos. Sin embargo, la malaria ha mostrado una disminución, con 184 casos en 2025 frente a 441 en 2024 y 689 en 2023, gracias a estas medidas. Aun así, la persistencia de enfermedades como el dengue y la leishmaniasis evidencia la necesidad de fortalecer el acceso a servicios de salud y mejorar la infraestructura hidrosanitaria.
Alcívar insiste en que las autoridades deben actuar con mayor rapidez. “Solicitamos un cerco epidemiológico antes de la muerte del niño, pero no nos hicieron caso hasta después”, lamentó. Las aguas estancadas y el colapso del sistema de alcantarillado siguen siendo un problema crítico.
Llamado a la acción
Las autoridades sanitarias han urgido reforzar las medidas de prevención, como la limpieza de entornos, el uso de repelentes y la consulta médica ante síntomas como fiebre, dolores musculares o úlceras cutáneas. El Ministerio de Salud enfatiza la importancia de la colaboración comunitaria para mitigar el impacto de las enfermedades vectoriales, especialmente del dengue, que amenaza con nuevos repuntes si no se toman medidas efectivas.