Limpiar los oídos de manera correcta es una práctica que expertos médicos, como el doctor Luis Lassaletta, otorrinolaringólogo del Hospital Universitario La Paz en Madrid (España), recomiendan realizar con precaución, en cualquier parte del mundo, para evitar daños al canal auditivo y preservar la salud auditiva.

Cada día, millones de personas intentan limpiar sus oídos con cotonetes, hisopos, bastoncillos de algodón u objetos improvisados, pero esta práctica puede ser perjudicial. Según el doctor Lassaletta, «el oído tiene un mecanismo natural de autolimpieza que no requiere intervención agresiva». Este proceso involucra movimientos de la mandíbula que empujan el cerumen hacia afuera, eliminando suciedad y bacterias de forma espontánea. Estudios respaldan que el cerumen, lejos de ser un desecho, protege el oído al actuar como barrera contra agentes externos.

Por qué evitar los hisopos al limpiar los oídos

La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología desaconseja introducir objetos como cotonetes (hisopo) en el canal auditivo. Investigaciones, como una publicada en Journal of Pediatrics, reportan que 12.500 menores de 18 años acuden anualmente a emergencias en Estados Unidos por lesiones relacionadas con estos utensilios al limpiar sus oídos. El doctor Lassaletta añade: «Pueden compactar la cera contra el tímpano o causar heridas». Esto puede derivar en infecciones o incluso pérdida auditiva temporal.

Método recomendado por expertos

Para la limpieza diaria, los especialistas sugieren usar agua tibia durante la ducha y un paño suave para limpiar la parte externa del oído. «No hace falta más«, afirma Lassaletta. Si se acumula cerumen y forma un tapón, lo ideal es acudir a un médico. En consulta, los otorrinolaringólogos emplean irrigación con agua templada o extracción manual con herramientas especializadas, tras ablandar la cera con gotas recetadas días antes.

Alternativas seguras en casa

Algunos estudios mencionan el uso de soluciones cerumenolíticas, como gotas con peróxido de hidrógeno al 3%, disponibles en farmacias. Estas disuelven el cerumen de forma segura si se aplican correctamente, pero no deben usarse en casos de tímpano perforado o infecciones. Lassaletta recomienda limitar su uso a 3-5 días y consultar a un especialista si persisten molestias. La irrigación casera con kits específicos también es una opción para limpiar los óidos, siempre con agua a temperatura corporal para evitar mareos.

Riesgos de métodos populares

Remedios caseros como aceites o velas auditivas carecen de respaldo científico. Un estudio de 2019 en BMJ Case Reports documentó un caso grave: un hombre de 31 años desarrolló una infección cerebral tras usar un bastoncillo que dejó restos en su oído. Lassaletta enfatiza: «La higiene auditiva no debe comprometer la seguridad».

Relevante al limpiar los oídos

La preocupación por limpiar los oídos data del siglo I, cuando Cornelio Celso describió métodos para eliminar cerumen. Hoy, la ciencia prioriza la prevención de daños sobre la limpieza excesiva, destacando la importancia de consultar especialistas ante problemas auditivos.