Novak Djokovic dio una muestra más de su fortaleza mental y física al derrotar al español Jaume Munar por 6-3, 5-7 y 6-2 en los octavos de final del Masters 1000 de Shanghái. El partido, disputado bajo un clima sofocante, duró 2 horas y 41 minutos y exigió al máximo al número uno del mundo, quien debió recibir asistencia médica por molestias en su pierna izquierda.
El serbio arrancó con un ritmo dominante. Rompió temprano el servicio del español y se adelantó 3-1 en el primer set. Sin embargo, poco después pidió atención médica por dolores en su pie izquierdo. Aun así, Djokovic mantuvo su agresividad, acortó los puntos y selló el parcial por 6-3 sin conceder una sola oportunidad de quiebre.
Djokovic se repuso
En el segundo set, el panorama cambió. Munar, número tres del tenis español, aumentó la intensidad y aprovechó la merma física del serbio. Con el marcador 2-1, Djokovic volvió a recibir tratamiento médico, visiblemente afectado por la humedad. El balear sostuvo su servicio con solidez y, tras un largo intercambio, logró quebrar en el duodécimo juego para llevarse el parcial 7-5.
Djokovic cayó exhausto al suelo al final del set, pero no se rindió. Tras una pausa para ser atendido, regresó decidido a imponer su jerarquía. Quebró el saque de Munar en el primer juego del tercer set y tomó el control definitivo del encuentro. Con su experiencia, el serbio gestionó el desgaste, defendió cada punto con inteligencia y volvió a romper el servicio del español para sellar el 6-2 final.
Este triunfo permite a Djokovic avanzar a los cuartos de final del torneo, donde enfrentará al belga Zizou Bergs. El de Belgrado, cuatro veces campeón en Shanghái, buscará mantener el paso firme en su camino hacia un nuevo título Masters 1000, demostrando que incluso con dolor, sigue siendo casi invencible.