El Chelsea Football Club enfrenta 74 cargos por presuntas irregularidades en fichajes y gestiones con agentes, según anunció la Premier League. Las acusaciones, que abarcan el periodo entre 2009 y 2022 bajo la propiedad de Roman Abramovich, señalan posibles violaciones. Esto debido a las normativas financieras y de transferencias del fútbol inglés.
La investigación, iniciada por las autoridades de la Premier League, se centra en transacciones relacionadas con traspasos de jugadores. También incluye a agentes durante los trece años de gestión del magnate ruso. Aunque los detalles específicos de los cargos no han sido divulgados, la liga confirmó las presuntas irregularidades. Aquello podría terminar en posibles infracciones a las reglas de fair play financiero y a los protocolos de transparencia en operaciones de mercado.
Chelsea se encuentra en el “ojo del huracán”
El Chelsea, que ya había sido sancionado previamente por incumplimientos en la formación de jugadores juveniles, emitió un comunicado reconociendo la notificación de los cargos. El club, ahora bajo la propiedad de un consorcio liderado por Todd Boehly, afirmó que colaborará plenamente con las investigaciones. Los ‘blues’ también revisarán los hechos para preparar su defensa.
La entidad londinense no proporcionó más detalles sobre las acusaciones ni sobre las posibles consecuencias. El periodo bajo escrutinio coincide con una etapa de éxitos deportivos para el Chelsea, que conquistó múltiples títulos de Premier League, Champions League y otras competiciones bajo la dirección de Abramovich. Sin embargo, la gestión del expropietario ha estado en el foco de controversias.
Otros clubes han enfrentado investigaciones
En el año 2022 el club inglés recibió sanciones internacionales impuestas al empresario ruso. Aquello forzó la venta del club. La Premier League ha intensificado en los últimos años su supervisión sobre el cumplimiento financiero. En otros casos las sanciones han derivado en multas económicas, deducción de puntos o restricciones en fichajes.
Según datos oficiales, desde el año 2020, al menos cinco clubes ingleses han enfrentado investigaciones por irregularidades financieras, lo que refleja un mayor rigor en la regulación del fútbol profesional. El proceso contra Chelsea podría extenderse varios meses, ya que el club tiene derecho a presentar descargos y apelar cualquier sanción.
Mientras tanto, la institución continúa su temporada en la Premier League, donde ocupa una posición competitiva. Se espera que la incertidumbre sobre los cargos pueda impactar en su planificación deportiva y financiera. Este caso añade presión a los clubes de élite para garantizar transparencia en sus operaciones, en un contexto donde las regulaciones financieras son cada vez más estrictas. La resolución de las acusaciones será clave para determinar el futuro administrativo y deportivo del Chelsea.