Un deslizamiento de tierra activo en la calle Chimborazo, ciudadela Libertad II, parroquia Andrés de Vera, Portoviejo, ha interrumpido el suministro de agua potable, afectando a decenas de familias desde hace semanas. Los moradores, liderados por Marco Oña, presidente del Consejo Barrial, denuncian que el plan de contingencia de Portoaguas no satisface la demanda. La situación, agravada por la falta de estudios geofísicos, genera malestar en la comunidad.

Escasez de agua por deslizamiento activo en Portoviejo
El deslizamiento de tierra en la calle Chimborazo, reportado desde 2017, sigue avanzando, según Roberto Briones, director municipal de Gestión de Riesgo. Este fenómeno ha dañado tuberías de agua potable, dejando sin servicio a sectores de la ciudadela Libertad II. Portoaguas, la empresa encargada del suministro, implementó un plan de contingencia que incluye el envío de tres tanqueros diarios, pero los moradores aseguran que la distribución es irregular.
Marco Oña, presidente del Consejo Barrial, explicó que los tanqueros, operados por privados, priorizan la venta de agua antes de abastecer a la comunidad. “Nos prometieron tres tanqueros diarios, pero no llegan con regularidad. A veces pasan días sin agua”, afirmó. Feliza Zambrano, moradora del sector, indicó que lleva un mes sin recibir agua de los tanqueros, obligándola a comprar bidones para cubrir necesidades básicas.
La empresa Portoaguas, por su parte, sostiene que cumple con el envío de los tanqueros. “Estamos enviando tres tanqueros diarios, pero la zona es alta y algunos vehículos no pueden llegar”, señaló un representante de la empresa, según declaraciones recogidas por los dirigentes.
Plan de contingencia con limitaciones
Portoaguas implementó una interconexión de tuberías en áreas no afectadas por el deslizamiento, permitiendo el suministro de agua los martes, jueves y sábados en horarios diurnos. Sin embargo, esta medida no cubre a todos los sectores, especialmente aquellos en zonas de mayor riesgo. “No podemos habilitar el servicio donde el deslizamiento sigue activo, porque podría empeorar la situación”, explicó Briones.
El plan de contingencia depende de tanqueros privados que operan bajo un acuerdo con Portoaguas: por cada dos viajes comerciales, los tanqueros entregan uno gratuito a la comunidad. Según Oña, este sistema no garantiza un suministro constante, ya que los conductores priorizan sus ingresos. “La gente queda desabastecida mientras esperamos que terminen sus ventas”, añadió.
Zambrano, madre de familia, relató las dificultades que enfrentan: “Sin agua, todo se complica. Cocinar, lavar, todo. Las autoridades deben garantizar una solución más efectiva”.
Retrasos en estudios geofísicos
La falta de anuncios sobre medidas para mitigar el deslizamiento genera preocupación entre los moradores. Briones informó que la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos ofreció realizar estudios geofísicos para evaluar el terreno, pero aún no cuentan con la maquinaria necesaria. “Hemos contactado a varios cantones, como Santo Domingo, pero no hemos tenido éxito en obtener los equipos”, afirmó.
El deslizamiento, agravado por la presencia de quebradas en la zona, requiere un análisis técnico para determinar las obras de mitigación necesarias. “Sin esos estudios, no podemos reactivar el servicio de agua en las zonas afectadas”, reiteró Briones.
Llamado a las autoridades de Portoviejo
Oña hizo un llamado a las autoridades municipales y a Portoaguas para acelerar los estudios y garantizar el abastecimiento de agua. “No queremos polemizar, solo pedimos soluciones. Los estudios geofísicos son urgentes para definir qué obras se necesitan”, subrayó.
Mientras tanto, los moradores de la calle Chimborazo continúan dependiendo de tanqueros y compras de agua para cubrir sus necesidades. Portoaguas asegura que trabaja en conjunto con los dirigentes para mejorar la distribución, pero la comunidad espera acciones concretas para resolver la crisis.