En la parroquia Crucita, habitantes de las comunidades de San Silvestre, Correagua, San Marcos y parte de Las Gilces claman por el mejoramiento de aproximadamente cuatro kilómetros de vía. El tramo, que conecta estos sectores, resultó afectado por el fuerte invierno de este año. Esto agravó los problemas estructurales que dificultan el tránsito y el transporte de productos agrícolas, pesqueros y mineros, además de impactar el turismo, ya que este tramo conecta con el balneario de La Boca.
Jessica Reyes, representante de la comunidad San Silvestre, explicó que tras tres años de insistentes pedidos a la Prefectura de Manabí, finalmente ayer se logró un acuerdo para realizar una reestructuración vial. “Hemos esperado mucho tiempo, pero esta es la respuesta más concreta que hemos tenido. La visita técnica se programó para esta semana, y los trabajos iniciarían en julio”, señaló Reyes.
Ángel Benavides, dirigente de San Silvestre, destacó que el deterioro de la carretera no solo afecta la movilidad, sino también canales de riego, puentes y pasos esenciales para la agricultura, que representa el 80% de la actividad productiva con cultivos como el arroz. Además, la extracción de minerales como sal y arena, y el turismo, dependen de esta infraestructura. “Esta vía es clave para llevar nuestros productos a la ciudad y para los visitantes que vienen a Crucita por sus atractivos turísticos”, afirmó Benavides.
Las lluvias lo inundaron todo
El invierno ha sido un factor determinante en el deterioro de la vía, dejando a las comunidades en una situación de vulnerabilidad. Así se evidenció entre febrero y marzo, cuando el invierno golpeó más fuerte a la provincia. Entonces, más de dos mil hectáreas de arroz quedaron bajo el agua debido al desbordamiento del río, esteros y canales. Las lluvias no sólo inundaron los cultivos de arroz, también los de otros productos como yuca, choclo y habichuela.
“Nos hemos quedado en acefalía con canales de riego y puentes destruidos. Necesitamos una solución urgente antes de que llegue otro invierno fuerte”, advirtió Benavides. La comitiva acudió la mañana de ayer a la Prefectura de Manabí para presionar por una respuesta inmediata.
Las comunidades advierten que, si los compromisos no se cumplen, tomarán medidas más contundentes. “Como agricultores y pobladores, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Si un padre de familia hace lo imposible por su hogar, las autoridades deben hacer lo mismo por nosotros, que producimos alimentos y estamos expuestos a estas condiciones”, enfatizó Benavides. La visita técnica, programada para esta semana, será crucial para evaluar los daños y planificar los trabajos.