Cristina Capella, dietista-nutricionista de Barcelona, alertó en Infosalus que un intestino en mal estado puede desencadenar problemas emocionales como ansiedad y depresión. Su investigación destaca el eje intestino-cerebro, conectando la microbiota con la salud mental, y propone una dieta antiinflamatoria para prevenirlo.
Tu barriga podría estar hablando más de lo que crees. Cristina Capella, dietista-nutricionista y autora de ‘Vivir sin inflamación’, puso el foco en una verdad científica que está revolucionando la salud: si tu intestino no está bien, tu mente tampoco. En una entrevista con Infosalus publicada el 14 de mayo de 2025, Capella explicó cómo la inflamación crónica y una microbiota desequilibrada pueden disparar problemas como ansiedad, depresión e incluso fatiga crónica.
“El estrés crónico genera cortisol, y si se cronifica, provoca inflamación. Es un círculo vicioso: comemos peor, dormimos mal y nuestra salud mental sufre”, afirmó Capella. La experta, graduada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Isabel I, destacó que el intestino produce gran parte de la serotonina, la “hormona de la felicidad”. Un desbalance en la microbiota (disbiosis) puede alterar esta producción, afectando directamente las emociones.
Una importante conexión
Capella subrayó la conexión entre el intestino y el cerebro, un vínculo respaldado por investigaciones como las del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). “Si nuestra microbiota está alterada, puede contribuir a enfermedades mentales, metabólicas y autoinmunes”, explicó, citando a la investigadora Yolanda Sanz. ¿Te has sentido con “mariposas en el estómago” antes de un evento importante? No es casualidad: el estrés afecta al intestino, y viceversa.
Para combatir la inflamación y cuidar la microbiota, Capella propone una dieta antiinflamatoria rica en omega-3, antioxidantes y fibra. Alimentos como pescado azul, frutos secos, semillas, frutas y verduras son clave, mientras que los ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas trans deben limitarse. “No se trata solo de comer sano, sino de adoptar un estilo de vida antiinflamatorio: ejercicio, buen sueño y gestionar el estrés”, aseguró.
Capella también destacó el papel de los farmacéuticos en promover estas pautas. “Están en una posición privilegiada para educar sobre la nutrición”, dijo, sugiriendo suplementos como omega-3, curcumina o vitamina D bajo supervisión profesional. Su libro ‘Vivir sin inflamación’, un éxito en la Diada de Sant Jordi 2025, ofrece un plan de 4 semanas con menús, recetas y consejos prácticos.
La inflamación es un problema silencioso
La inflamación crónica de bajo grado afecta a muchas personas sin que lo sepan, según Capella. “Normalizamos síntomas como hinchazón, fatiga o mal humor, pero son señales de que algo no va bien”, explicó. Este problema no es nuevo: expertos como Sandra Moñino, autora de ‘Adiós a la inflamación’, han alertado sobre cómo la dieta y el estrés influyen en la salud mental, un tema que resuena en casos como los de Ana Morales, psicóloga de nutrición emocional.
Capella, con experiencia atendiendo pacientes durante embarazos y pospartos, sabe que la nutrición es personal. “Cada cuerpo es único, pero todos necesitamos equilibrio”, dijo. Su mensaje es claro: cuidar el intestino no solo mejora la digestión, sino que puede transformar tu estado de ánimo.
Capella cerró su entrevista con un consejo: “Escucha a tu cuerpo. Si tu intestino se queja, tu mente también lo hace”. Su trabajo, que combina ciencia y empatía, está inspirando a miles a replantear su alimentación para evitar la inflamación. Con su guía, el camino hacia la salud emocional empieza en el plato.