Luego de coronarse como Miss Universo Ecuador 2025, Nadia Mejía empezó a ejercer su rol con entusiasmo. La hija del cantante Gerardo Mejía y de la exreina de belleza Kathy Eicher compartió su emoción en un encuentro con medios, acompañada también de su esposo, Sam Webb. Para ella, este triunfo no es solo personal: representa la culminación de un sueño compartido con su familia.
Un anhelo forjado por años
Con una sonrisa, Nadia contó que despertó diciéndose: “Soy Miss Universo Ecuador”. Recordó que lleva quince años visualizando este momento, pero está convencida de que llegó justo cuando debía. “Los tiempos de Dios son perfectos”, expresó, feliz de ver cumplido un objetivo que la acompañó desde su niñez.
El camino no fue inmediato: es su segunda vez concursando, y siente que este año llegó más preparada para enfrentar el reto de representar a Ecuador en el certamen internacional.
Más allá de la corona, un proyecto social
Lo que realmente llena de orgullo a Nadia es “Soy Suficiente”, una plataforma creada para motivar a jóvenes a quererse tal como son. Durante la competencia, este proyecto fue reconocido como el mejor del certamen, algo que para ella tiene más valor que la propia corona. Actualmente, ya colabora con el orfanato Sor Domingo Boca en Guayaquil, llevando mensajes de autoestima y esperanza a niñas que, dice, “necesitan recordar que son valiosas y amadas”.
“Quiero que este año sea para compartir mi esencia, y no solo para brillar”, afirmó con convicción.
El reto de la corona fortaleció el carácter de Nadia
Aunque llegó al concurso con confianza, reconoció que uno de los mayores desafíos fue expresarse en español, idioma que sigue perfeccionando. Sin embargo, asegura que cuando algo la apasiona, logra transmitirlo “con el corazón, más allá de las palabras”. También enfrentó problemas de salud por una infección estomacal pocos días antes de la gala, de los que logró recuperarse gracias al apoyo de sus padres y de quienes oraron por ella.
Una experiencia que une
Para Nadia, participar en Miss Universo Ecuador no fue solo una competencia, sino la oportunidad de construir lazos que considera duraderos. “Sí, queremos ganar, pero también somos chicas con el mismo deseo de representar a Ecuador y ayudar”, explicó sobre la amistad y el compañerismo que surgieron entre las candidatas.
Nadia se define como una mujer perseverante
Haber concursado por segunda vez le dejó claro que la perseverancia es clave. “Cuando tengo un sueño, lucho hasta conseguirlo”, señaló. Tras años en el mundo del espectáculo, aprendió a no rendirse ante los rechazos y espera que su historia motive a otras personas a persistir.
Con un año por delante para prepararse rumbo a Miss Universo 2025, Nadia Mejía quiere demostrar que la verdadera belleza está en impactar positivamente en la vida de los demás, llevando su mensaje de amor propio a más jóvenes de todo el país.