Mundo. Detienen al supuesto responsable de reclutar a las víctimas del “campo de exterminio” de México
Un colectivo que busca personas desaparecidas descubrió un “campo de exterminio” en Jalisco, México, donde se hallaron presuntos “crematorios humanos”. El hecho ha causado conmoción.
Las fuerzas de seguridad mexicanas detuvieron a un supuesto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación responsable de tareas de reclutamiento y vinculado al caso del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, donde se localizaron numerosos restos humanos en un reciente registro.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno central, Omar García Harfuch, identificó al sospechoso como José Gregorio, alias ‘El Lastra’.
De acuerdo a esa fuente, el sujeto ya habría confesado ante las autoridades su papel en las tareas de reclutamiento de potenciales miembros que, en caso de no acatar órdenes, eran sometidos a todo tipo de abusos.
Así funcionaba presunto “campo de exterminio” en México
De acuerdo a medios internacionales, el cártel intentaba reclutar a jóvenes con falsas ofertas de empleo que divulgaban principalmente en redes sociales.
La red, que prometía empleos de guardia de seguridad con sueldos de hasta 12.000 pesos semanales (unos 550 dólares). Para ello, les citaba en estaciones de autobús para trasladarlos después al citado rancho.
Durante un mes, estos jóvenes permanecían incomunicados mientras recibían formación física y de manejo de armas. “Dependiendo de las aptitudes a los reclutas, se les otorgaba un puesto dentro de la organización y eran asignados a distintas entidades”, explicó el ministro.
El caso del Rancho Izaguirre reabrió el debate en México sobre la vulnerabilidad en la que se encuentran miles de jóvenes y la capacidad de reclutamiento que siguen ostentando los cárteles, así como la poca capacidad de las autoridades para detectar estas prácticas.
La Guardia Nacional y la Fiscalía del estado de Jalisco registraron las instalaciones en septiembre de 2024 sin hallar pruebas concluyentes.
De hecho, durante los últimos días, diferentes colectivos acusaron al Gobierno mexicano de intentar ocultar el caso, destruyendo las pruebas halladas en el sitio.