Internacional. Opositores venezolanos cumplen un año refugiados en la Embajada argentina
Seis opositores venezolanos cumplen un año refugiados en la Embajada argentina en Caracas, denunciando condiciones precarias, restricciones de agua y electricidad y una vigilancia constante por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
El 20 de marzo de 2024, seis opositores venezolanos buscaron refugio en la Embajada argentina en Caracas. Lo hicieron para evitar su arresto en medio de una ola de represión previa a las elecciones presidenciales. Un año después, Humberto Villalobos, coordinador electoral del partido Vente Venezuela, denuncia que el edificio diplomático se ha convertido en un “centro de reclusión” con limitaciones en los suministros básicos y una vigilancia constante por parte de las fuerzas de seguridad.
Restricciones crecientes y condiciones precarias
Desde su ingreso a la Embajada, los refugiados han experimentado un aumento en las restricciones impuestas por las autoridades venezolanas. Las fuerzas de seguridad controlan lo que entra al edificio, mientras que en los alrededores hay una presencia policial constante. Además, hace tres meses la empresa estatal de electricidad redujo el suministro. Aquello obliga a los asilados a depender de una planta eléctrica propia con capacidad limitada.
El acceso al agua también está restringido. Los camiones cisterna sólo pueden entrar cada once días, y el tiempo de bombeo se limita a entre dos y cinco minutos, lo que no cubre las necesidades diarias. Para suplir la escasez, los refugiados han recurrido a agua recogida de la piscina para uso en sanitarios.
“Nos tienen sitiados”, dice opositor
Villalobos describe la situación como un “sitio permanente” y asegura que han temido en varias ocasiones que las fuerzas chavistas irrumpieran en la sede diplomática. Asegura que, si las restricciones aumentan, podrían verse obligados a salir.
“Esto se parece más a un campo de concentración que a una Embajada”, afirma el opositor. Denunció que las condiciones dentro del edificio son insostenibles y que las esperanzas de una solución diplomática se han visto frustradas.
Papel de la comunidad internacional sobre Venezuela
Tras la ruptura de relaciones entre Argentina y Venezuela, Brasil asumió el control de la Embajada argentina en Caracas, convirtiendo el caso en un conflicto diplomático a tres bandas entre Nicolás Maduro, Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque Argentina ha concedido asilo político a los refugiados, el Gobierno venezolano se ha negado a otorgarles salvoconductos para abandonar el país.
Villalobos considera que la intervención internacional es clave para lograr una solución. “El salvoconducto sería la solución ideal”, afirma, aunque reconoce que los avances en la negociación han sido escasos. En cuanto al papel de Estados Unidos, opina que la Administración Biden ha mostrado capacidad de negociación con Caracas, aunque no hay garantías de una solución a corto plazo.
Llamado a España y condena al chavismo
El grupo opositor ha pedido también la intervención del Gobierno de España, entregando una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, en la que solicitan una “visita humanitaria” y gestiones diplomáticas para presionar a Maduro.
Villalobos también insiste en la necesidad de mantener la presión internacional sobre el régimen de Maduro, al que acusa de haber cometido fraudes electorales desde 2004 y de ejercer una represión sistemática contra la oposición. “Maduro no ha logrado imponer su condición de normalidad”, sostiene, y asegura que la lucha política en Venezuela continuará.