Las pechugas de pollo napolitanas, un plato que fusiona sabores italianos y argentinos, son preparadas con salsa de tomate, queso mozzarella y orégano, principalmente al horno.
Su versatilidad permite combinarlas con diversos acompañantes, siendo ideal para comidas familiares.
Origen de las pechugas de pollo napolitanas
Las pechugas napolitanas, conocidas también como “supremas napolitanas” cuando se elaboran con pollo, tienen su origen en Buenos Aires, Argentina, a pesar de su nombre que evoca la ciudad italiana de Nápoles.
Este plato, creado en la década de 1940, es una adaptación de la milanesa de ternera, influenciada por la inmigración italiana. Restaurantes porteños, como el célebre “Napoli”, comenzaron a servir filetes empanizados cubiertos con salsa de tomate, queso mozzarella y orégano, reminiscentes de la pizza napolitana.
La receta se popularizó y evolucionó, incorporando pechugas de pollo como alternativa más ligera.
Ingredientes y preparación
Para preparar pechugas de pollo napolitanas para 4 personas se necesitan: 4 pechugas de pollo fileteadas, 2 huevos, 200 g de pan rallado, 200 g de queso mozzarella, 500 ml de salsa de tomate natural, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, albahaca fresca, orégano, aceite de oliva, sal y pimienta.
El proceso comienza sazonando las pechugas con sal y pimienta, luego se pasan por huevo batido y pan rallado. Se fríen en aceite caliente hasta dorar, aproximadamente 3-4 minutos por lado, y se reservan.
Para la salsa, en una sartén se sofríe la cebolla y el ajo picados con 2 cucharadas de aceite de oliva durante 2 minutos. Se añaden los tomates triturados, una pizca de azúcar para reducir la acidez, albahaca y orégano.
La salsa se cocina a fuego lento por 10 minutos. Luego, las pechugas se colocan en una bandeja para horno, se cubren con la salsa, queso mozzarella y orégano, y se hornean a 180 °C durante 15-20 minutos hasta que el queso se gratine.
Acompañantes ideales para las pechugas de pollo napolitanas
Las pechugas napolitanas se sirven tradicionalmente con papas fritas o puré de papas, comunes en Argentina. Otras opciones incluyen arroz blanco, ensalada césar con lechuga, crutones y parmesano, o verduras asadas como calabacín y pimientos.
En Italia, se podrían acompañar con pasta al pesto o espaguetis al pomodoro, reforzando la influencia italiana. Estos acompañantes equilibran el plato, aportando texturas y sabores complementarios.
Consejos para un plato perfecto
Para garantizar pechugas jugosas, no sobrecocinarlas; la temperatura interna debe alcanzar 74 °C. Usar salsa de tomate natural evita sabores artificiales de productos procesados.
El queso mozzarella fresco potencia el gratinado. Este plato, fácil de preparar en aproximadamente 45 minutos, es ideal para comidas caseras o eventos familiares, combinando simplicidad con un sabor robusto. (13).