Luke Littler, un joven británico de 18 años, ha revolucionado el mundo de los dardos desde su irrupción en el PDC World Darts Championship en diciembre de 2023, cuando con solo 16 años alcanzó la final y comenzó una carrera imparable que hoy lo posiciona como uno de los atletas más seguidos del Reino Unido.
Una irrupción histórica en el escenario mundial
Nacido en Warrington el 21 de enero de 2007, Luke Littler hizo historia al convertirse en el jugador más joven en alcanzar una final del Mundial de Dardos con solo 16 años. Su destacada actuación incluyó victorias ante excampeones como Raymond van Barneveld y Rob Cross, aunque cayó en la final frente a Luke Humphries. Este hito marcó el inicio de lo que los medios británicos calificaron como la “Littlermanía”.
En su segunda participación, el joven no solo se coronó campeón mundial, sino que también batió récords de audiencia. Más de 3,1 millones de espectadores sintonizaron la final, convirtiéndose en la transmisión deportiva no futbolística más vista del año en Sky Sports. Su ascenso fue acompañado por premios millonarios, acumulando más de 1,28 millones de dólares en ganancias al finalizar 2024.
Un fenómeno en los dardos que trasciende lo deportivo
El impacto de Littler va más allá de los títulos. Según Associated Press, el llamado “efecto Littler” provocó que el número de academias de dardos en el mundo se duplicara, alcanzando 115 centros en países como Bulgaria y Mongolia. Además, la Junior Darts Corporation (JDC) informó que su membresía creció de 1.600 a más de 3.000 jóvenes en solo un año.
En la última Navidad, más de 100.000 tableros de dardos con su nombre fueron distribuidos, demostrando la fuerza de su influencia cultural. Google lo ubicó como el atleta más buscado en el Reino Unido y la tercera persona más consultada, solo detrás de figuras de alto perfil como Kate Middleton y Donald Trump.
De la infancia al estrellato
Littler comenzó a lanzar dardos con solo 18 meses, usando un tablero magnético. A los cuatro años, ya jugaba con dardos de punta de acero, y a los catorce ganó su primer título senior en el Irish Open 2021. Su desarrollo fue impulsado por un entorno familiar unido. El propio Luke ha declarado que, de no ser por su padre, “probablemente nunca habría dejado la Xbox”.
En 2023, tras ganar cinco torneos del Winmau Development Tour, obtuvo la PDC Tour Card para el ciclo 2024-2025 y se proclamó campeón del World Youth Championship, consolidando su camino al profesionalismo.
Obstáculos recientes y el futuro que se proyecta
El 15 de junio de 2025, Littler y Luke Humphries, los dos mejores del ranking mundial, fueron eliminados en los octavos de final del Campeonato Mundial de Dardos por parejas, tras caer ante Alemania. Pese a la eliminación, su popularidad no ha disminuido.
La carrera de Littler apenas comienza, pero ya se ha trazado grandes objetivos: superar los 16 títulos mundiales y las 214 victorias profesionales de Phil Taylor, considerado el mejor jugador de la historia. “La longevidad es la clave”, expresó en entrevista con Rolling Stone.
La nueva cara de los dardos
Gracias a su talento y carisma, Luke Littler ha cambiado la percepción global sobre los dardos, atrayendo nuevas audiencias, especialmente jóvenes. Su historia muestra cómo una figura emergente puede redefinir un deporte históricamente vinculado a públicos adultos y ambientes cerrados.
En plataformas digitales, Littler también brilla. Su cuenta de Instagram pasó de 4.000 a más de 1,5 millones de seguidores tras el mundial. Además, ha sido invitado a programas de televisión, actos oficiales y campañas deportivas, consolidándose como un ícono cultural del Reino Unido.
Un modelo para nuevas generaciones
El presidente de la JDC, Steve Brown, aseguró que Littler representa una nueva era para los dardos. “Ver a niños inspirados por su historia, acercándose al deporte con ilusión, es el mayor legado que podría dejarnos”, comentó.
Con apenas 18 años, Luke Littler ha pasado de ser un adolescente con habilidades extraordinarias a una figura internacional que inspira y transforma. El deporte de los dardos, gracias a él, vive un renacimiento sin precedentes.
