El cerdo en salsa de vino, un plato tradicional de la cocina francesa, puede prepararse en menos de 90 minutos en cualquier cocina casera, usando ingredientes comunes para resaltar sabores elegantes.
Este platillo tiene raíces en la región de Borgoña, Francia, donde se popularizó en el siglo XIX. Según el libro Larousse Gastronomique (2022), la receta combina técnicas de cocción lenta con vinos tintos locales, como el Pinot Noir, para realzar el sabor de la carne. Este plato se extendió por Europa y América Latina, adaptándose a ingredientes regionales.
Lo que necesitas para preparar un cerdo en salsa de vino
El cerdo en salsa de vino es ideal para compartir con familia y amigos en reuniones sociales, debido a lo accesible de sus ingredientes, que podrás conocer a continuación.
Para cuatro porciones se requieren 800 gramos de lomo de cerdo, 500 ml de vino tinto seco, dos cebollas medianas, tres dientes de ajo, dos zanahorias, 200 ml de caldo de carne, dos cucharadas de aceite de oliva, una hoja de laurel, sal y pimienta.
Sigue este sencillo paso a paso
Para preparar este platillo primero corta el cerdo en trozos de 5 cm y sazona con sal y pimienta. En una sartén grande, dora la carne en aceite de oliva durante 8 minutos.
Luego retira el cerdo y, en la misma sartén, sofríe cebolla, ajo y zanahorias picadas por 5 minutos. Añade el vino, caldo de carne, laurel y la carne. Para finalizar cocina a fuego bajo por una hora, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese.
Consejos prácticos y variaciones
Usar un vino de calidad mejora el sabor, según Bon Appétit (2023). Además, la receta permite sustituir el vino tinto por blanco para un sabor más suave.
En México, se agrega chile ancho para un toque picante, mientras en España se usa jerez en lugar de vino tinto, según El Comidista (2024). Estas adaptaciones respetan el origen francés, pero incorporan sabores locales para el disfrute de todos.
Presentación y acompañantes ideales
El plato se sirve caliente, con la salsa vertida sobre la carne. Además se puede decorar con perejil fresco picado. Al tener sabores intensos se requiere de acompañantes que equilibren su riqueza.
Como acompañante, el puré de papas es ideal por su textura cremosa, que absorbe la salsa. Se prepara con 500 gramos de papas, leche y mantequilla en 20 minutos. Mientras que el arroz blanco, común en América Latina, complementa con su neutralidad.
Las verduras asadas, como zanahorias y calabacines, añaden dulzura y crujiente. Se pueden hornear a 200°C por 25 minutos. Para un toque elegante, una ensalada verde con rúcula y nueces, aderezada con vinagreta de mostaza, resalta los sabores del vino. En México, frijoles refritos aportan un contraste terroso.