El día más triste en el barrio 12 de Octubre
Ayer, familiares, vecinos y amigos le dieron el último adiós a los dos menores de edad que murieron calcinados en la habitación de su vivienda ubicada en el barrio 12 de Octubre, de la cooperativa Unión Cívica.
Jonathan David Loor Cajamarca, de nueve años, y Ángel Moisés Cajamarca Barzallo, de tres años y medio, fueron sepultados a las 15h00 aproximadamente en el cementerio de la cooperativa Plan de Vivienda.
Horas antes del sepelio los cuerpos de los niños fueron velados en el barrio 24 de Mayo de la cooperativa Villa Florida, en casa de una amiga de Rosa Cajamarca, madre de los pequeños.
Junto a los ataúdes blancos que estaban en la parte de un garaje de la vivienda había rosas en el piso y al lado un cartel que decía: “Personas de buen corazón que puedan contribuir con un granito de arena para la señora Rosa Margarita que se ha quedado sin nada y con el corazón hecho pedazos por la pérdida de sus dos adorados hijos. Hoy por mí, mañana por ti. Gracias”.
El viernes, pasadas las 23h50, la casa de Rosa, de 38 años, en el barrio 12 de Octubre, se consumió en llamas. Dentro del inmueble se encontraban tres de sus hijos: Tito Loor, de 14 años, Jonathan y Ángel, ellos estaban durmiendo con una vela encendida.
Su madre había salido desde tempranas horas a trabajar. Al parecer, la vela fue la causa del flagelo, en donde inmediatamente se prendió el toldo, el colchón y el techo del dormitorio.
El hermano mayor logró salir de la vivienda, pero no pudo hacer nada para sacar a sus hermanos porque la magnitud del fuego era grande.
Ayer él estaba destrozado mientras despedía a sus hermanitos.
“No es un padre ausente” .
Ayer los familiares de William Loor, expareja de Rosa, llegaron al velorio para acompañar a su pariente.
Ellos procrearon un hijo, quien actualmente tiene once años y está bajo la responsabilidad y el cuidado de William.
Por su parte, la mujer ha estado a cargo de sus otros tres hijos (Tito, Jonathan y Ángel).
Ella dijo que era padre y madre para sus hijos.
Sin embargo, los familiares de Loor aseguraron que William nunca ha sido un padre ausente.
“Él siempre ha estado pendiente de los niños, a pesar de que no son suyos. A Jonathan lo acogió como a su hijo desde que estaba en el vientre de su madre y a pesar de eso mi hermano los ha querido como si fuesen sus hijos”, recalcó su familiar.
