Los jugadores de Macará decidieron no entrenar ni concentrar para su partido del domingo 10 de agosto de 2025 contra Delfín en Ambato, por tres meses de sueldos impagos, en medio de una crisis económica que afecta al club y su rendimiento en la LigaPro.
Macará, equipo de la ciudad de Ambato, atraviesa una severa crisis económica que ha llevado a su plantilla a tomar medidas drásticas. Según reportes confirmados, los jugadores del equipo decidieron no entrenar ni concentrarse para el encuentro programado contra Delfín, correspondiente a la fecha 24 de la LigaPro 2025. La razón principal es la falta de pago de sus sueldos, que acumula tres meses de atrasos.
Esta decisión se suma a los problemas que enfrentan otros clubes de la Serie A, como El Nacional, que reporta cuatro meses de salarios impagos a su plantilla. La situación de Macará refleja una crisis más amplia, donde los problemas financieros afectan el desempeño deportivo y la estabilidad institucional de los equipos.
Rendimiento deportivo en riesgo
En el ámbito deportivo, Macará no atraviesa su mejor momento. El equipo, conocido como el “Viejo y Querido”, se ubica en la 13° posición de la tabla de la LigaPro, con 23 puntos en 23 partidos. Esta ubicación lo coloca en la zona de riesgo de la ronda de descenso.
La falta de pagos ha generado un impacto directo en la preparación del equipo. La suspensión de entrenamientos y la no concentración para el duelo contra Delfín, programado para el 10 de agosto de 2025 en el estadio Bellavista de Ambato, podrían afectar el rendimiento de los jugadores. La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y la LigaPro aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre posibles sanciones o medidas ante esta situación.
Contexto de la crisis económica
La crisis económica de Macará no es un caso aislado. Varios clubes de la Serie A enfrentan problemas financieros, incluyendo El Nacional, que acumula deudas por $12 millones y ha perdido puntos por incumplimientos económicos. La falta de ingresos por derechos de televisión, tras la culminación del contrato con GolTV, y la dependencia de taquillas y patrocinios han agravado la situación de los equipos ecuatorianos.
En el caso de Macará, la dirigencia, encabezada por Miller Salazar, ha expresado previamente su malestar por los atrasos en los pagos de derechos audiovisuales, aunque no se han detallado soluciones concretas para los impagos al plantel.
El reglamento de la LigaPro establece sanciones para clubes que incumplan con sus obligaciones económicas. En este caso la resta de tres puntos por deudas no saldadas, con riesgo de mayores penalizaciones en caso de reincidencia, incluyendo la pérdida de la categoría. Estas medidas buscan promover una gestión financiera responsable, pero la permisividad del control económico, ha permitido que los clubes acumulen deudas sin soluciones inmediatas.
Impacto en los jugadores
Los jugadores de Macará han hecho pública su inconformidad a través de su decisión de no concentrar, una medida que refleja el drama humano detrás de la crisis. La falta de recursos no solo afecta la preparación deportiva, sino también la estabilidad personal de los futbolistas para cubrir necesidades básicas. Esta situación recuerda los casos de El Nacional, donde jugadores como Jonathan Borja denunciaron hasta nueve meses sin salario.
El próximo partido contra Delfín será un termómetro para medir el impacto de esta crisis en el desempeño de Macará.