Ecuador se prepara para una nueva consulta popular programada para el 14 de diciembre de 2025, según anunció el presidente Daniel Noboa en coordinación con el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta iniciativa abordará temas clave como seguridad, empleo y financiamiento de organizaciones políticas, consolidando al país como líder regional en procesos de participación ciudadana directa. Desde 2006, Ecuador ha realizado ocho consultas populares nacionales, superando a otros países de América Latina en el uso de este mecanismo democrático.
El próximo referéndum, que se espera sea vinculante, busca responder a las crecientes demandas ciudadanas en torno a la seguridad. Un tema recurrente en el país debido a los desafíos relacionados con el crimen organizado. Además, las preguntas sobre empleo y financiamiento político reflejan la intención del Ejecutivo de abordar preocupaciones económicas y de transparencia en el sistema político. El CNE aún no ha publicado el listado oficial de preguntas, pero se espera que estas sean definidas en las próximas semanas tras un proceso de diálogo con diversos sectores sociales.
Ecuador ha convocado cerca de ocho procesos nacionales
Ecuador ha destacado en la región por su uso frecuente de consultas populares, un mecanismo que en América Latina suele reservarse para momentos de alta relevancia política o constitucional. Desde el inicio del milenio, el país ha convocado al menos ocho procesos nacionales. Se incluye el referéndum de 2008 que aprobó una nueva Constitución, el de 2011 sobre reformas judiciales.
Mientras que el de 2018 que limitó la reelección indefinida y el más reciente de abril de 2024, donde nueve de once preguntas sobre seguridad, Fuerzas Armadas y extradición fueron aprobadas por la ciudadanía.
Otros países de la región han utilizado este mecanismo con menor frecuencia
Venezuela, por ejemplo, registra cinco procesos entre 2000 y 2023, incluyendo el referéndum revocatorio presidencial de 2004, la consulta sobre la reforma constitucional de 2007, la enmienda constitucional de 2009 y el referéndum consultivo sobre Guayana Esequiba en 2023. Sin embargo, la falta de acceso a fuentes primarias actualizadas. Esto, debido a la caída del sitio web del Consejo Nacional Electoral venezolano tras las elecciones de 2024, limita la verificación de datos recientes.
Bolivia también suma cinco procesos nacionales desde 2004. Se destaca la consulta sobre la política hidrocarburífera en julio de 2004, el referéndum autonómico de 2006, el revocatorio de mandato de 2008, la aprobación de la nueva Constitución en 2009 y el referéndum sobre reelección presidencial en 2016, que fue rechazado. Estos procesos reflejan la importancia de las consultas para resolver conflictos políticos y definir rumbos constitucionales en el país.
Con tres referendos nacionales
Colombia, por su parte, ha convocado tres referendos nacionales en el mismo periodo. El más notable fue el plebiscito de 2016 sobre los acuerdos de paz con las FARC, que fue rechazado por un estrecho margen. Otros intentos, como el referéndum constitucional de 2003 y la consulta anticorrupción de 2018, no lograron los quórums necesarios para su aprobación. En 2025, Colombia proyectaba una consulta sobre reformas laboral y de salud, pero esta aún no se ha materializado.
Uruguay, conocido por su tradición de democracia directa, también registra tres procesos nacionales desde 2000, impulsados principalmente por iniciativas ciudadanas. Entre ellos destacan el plebiscito de 2003 para mantener el monopolio estatal del agua, el de 2004 sobre el voto de uruguayos en el exterior y el referéndum constitucional de 2009. Todos con resultados variados.
Chile, en tanto, ha vivido tres plebiscitos nacionales relacionados con su proceso constituyente. En 2020, se aprobó redactar una nueva Constitución, pero los proyectos de 2022 y 2023 fueron rechazados. Con ello se evidenció la dificultad de alcanzar consensos en temas constitucionales.