El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de General Villamil Playas declaró un estado de emergencia de 60 días, tres días de luto cantonal y la suspensión de las fiestas de cantonización previstas para agosto, tras una masacre que dejó nueve muertos en un billar del barrio Santa Isabel. La decisión, anunciada el domingo 20 de julio de 2025, responde al ataque armado ocurrido al cierre de la tarde del sábado 19, que ha sumido al cantón en el temor y la incertidumbre.
Resolución del COE de Villamil Playas
El COE exigió la intervención urgente de instancias públicas para enfrentar la inseguridad que azota a Villamil Playas. Entre las medidas, se solicitó al Ministerio de Educación implementar la modalidad virtual en escuelas y colegios durante los 60 días de emergencia. La cancelación de las fiestas de cantonización, un evento clave para la economía local, refleja la gravedad de la crisis.
El ataque ocurrió cuando un grupo de hombres armados con fusiles irrumpió en el billar y disparó a quemarropa contra los asistentes. La ráfaga de balas impidió cualquier posibilidad de escape. La Fiscalía confirmó que entre las víctimas están un adolescente, familiares de funcionarios del Municipio de Playas y un profesor de fútbol de la Prefectura del Guayas, además del hijo y el yerno de un conocido radiodifusor local. Videos compartidos en redes sociales minutos antes muestran a las víctimas riendo y escuchando música, un contraste doloroso con las imágenes posteriores de cuerpos en el suelo, con heridas de bala en la cabeza y el torso.
La Policía Nacional y el equipo de Medicina Legal acudieron al lugar para levantar los cuerpos y comenzar las investigaciones. Aunque se reportaron heridos, las autoridades no han precisado su número. Algunos medios sugieren que el saldo de víctimas podría ser mayor, pero se espera un informe oficial para confirmar los móviles del ataque y la identidad completa de los fallecidos.
Violencia en Ecuador
Este hecho se suma a la ola de violencia que golpea Ecuador en 2025, con Guayas, Manabí y Esmeraldas como epicentros. La tasa de homicidios, con 38 por cada 100.000 habitantes, es la más alta de América Latina. Bandas como Los Choneros y Los Lobos, vinculadas al narcotráfico, intensifican sus disputas territoriales, dejando un rastro de masacres. El pasado miércoles, un ataque en un prostíbulo de Jaramijó, Manabí, dejó cuatro muertos y panfletos de un Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) adjudicándose el crimen.
El gobierno de Daniel Noboa, que en enero de 2025 declaró un conflicto armado interno, ha recurrido a la militarización y estados de excepción, pero los resultados son limitados. La pobreza, la corrupción y el auge del tráfico de drogas alimentan la crisis. En Playas, los residentes viven con miedo. “No hay seguridad, salir es un riesgo constante”, afirmó un comerciante local que prefirió el anonimato.
La investigación de la masacre está en curso, pero la falta de avances en casos similares genera desconfianza. La Policía Nacional prometió un pronunciamiento en las próximas horas para aclarar los posibles móviles, que podrían estar ligados a ajustes de cuentas entre bandas. Mientras tanto, Playas permanece en alerta, con un ambiente de luto y una economía golpeada por la suspensión de sus festividades. (MV).