Un marino de la Armada del Ecuador terminó detenido tras intentar ingresar 16 chips de teléfono celular con saldo activo a la Cárcel 4 en Guayaquil. El marino, vestido con su uniforme camuflado, ocultó los elementos prohibidos entre las páginas de libros. Así lo comunicó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
La acción del marino, que viola las normativas penitenciarias, podría derivar en una pena de hasta tres años de prisión. La Policía actuó de inmediato, deteniendo al involucrado tras descubrir los chips durante una inspección. Una fotografía difundida en redes sociales mostró los 16 chips sobre una mesa junto al uniformado. El SNAI destacó que este tipo de objetos, está estrictamente prohibido en los centros carcelarios.
El marino lo detuvo la Policía Nacional
Se informó que los chip son utilizados para coordinar actividades delictivas como extorsiones, secuestros y narcotráfico desde el interior de las prisiones. El SNAI reportó también la detención de dos guías penitenciarios en Ibarra, presuntamente vinculados a una red de narcotráfico que operaba en cárceles. Durante el operativo, se incautaron 697 gramos de sustancias sujetas a fiscalización, un arma de fuego, municiones, teléfonos móviles y un vehículo.
A los individuos se los desvinculó inmediatamente, y las investigaciones, coordinadas con la Policía Nacional, continúan para desmantelar estas redes. El contexto de violencia en Ecuador agrava la situación en los centros penitenciarios, convertidos en enclaves logísticos del crimen organizado. En el primer trimestre de 2025, el país registró un promedio de un asesinato por hora, según datos oficiales.
Militarización de las cárceles
Desde 2021, más de 500 reclusos han sido asesinados en prisiones ecuatorianas. En respuesta, el presidente Daniel Noboa declaró en enero de 2024 un estado de conflicto armado interno contra 22 grupos de delincuencia organizada, implementando medidas como la militarización de las cárceles para frenar la ola de violencia.
Estos incidentes evidencian los desafíos que enfrenta el sistema penitenciario ecuatoriano en su lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Las autoridades refuerzan los controles para evitar el ingreso de objetos prohibidos y desarticular redes delictivas que operan desde el interior de las prisiones.