En 1959, los pilotos Robert Timm y John Cook lograron un récord mundial al mantener una avioneta Cessna 172, en el aire, durante 64 días, 22 horas y 19 minutos sin aterrizar. Lo hicieron desde el 4 de diciembre de 1958 hasta el 7 de febrero de 1959. El vuelo, realizado sobre los desiertos de Nevada y California, cubrió 150 mil millas y fue una hazaña de resistencia humana y técnica para promocionar el Hacienda Hotel en Las Vegas.
El vuelo, iniciado en el aeropuerto McCarran de Las Vegas, tuvo como objetivo superar el récord de resistencia de 50 días establecido en 1958. Timm, un ex piloto de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial, y Cook, un mecánico de aviones, modificaron un Cessna 172, bautizado como “Hacienda”, para soportar el desafío. Al avión se lo equipó con un tanque de combustible adicional de 95 galones.
Avioneta no tocó tierra durante 65 días seguidos
Dicho tanque adicional se abastecía dos veces al día mediante un sistema innovador: volando a pocos metros del suelo, los pilotos enganchaban una manguera desde un camión en una carretera cerrada, completando 128 reabastecimientos en total.
El Hacienda Hotel financió la hazaña con 100 mil dólares buscando publicidad para el establecimiento. Además, el vuelo incluyó una recaudación de fondos para la investigación contra el cáncer. Durante los 65 días, los pilotos de la avioneta enfrentaron condiciones extremas, desde la falta de sueño hasta fallos técnicos. Prácticamente completaron los días de vuelo en la cabina y en ese tiempo no tocaron tierra.
Cambiaron una bomba mientras la avioneta volaba
El generador de la avioneta falló en el día 39, dejando al avión sin luces, calefacción ni bomba de combustible eléctrica, lo que obligó a los pilotos a usar una bomba manual. A pesar de estos contratiempos, el motor del Cessna 172 resistió, demostrando su fiabilidad. Los pilotos debieron solucionar el problema y cambiar la bomba mientras la avioneta estaba en el aire.
Timm y Cook alternaban turnos de cuatro horas al mando, durmiendo en un colchón instalado tras retirar el asiento del copiloto. Las comidas, preparadas por el Hacienda Hotel, se enviaban en termos y se subían al avión mediante un sistema de poleas. También se realizaban tareas de mantenimiento en vuelo, como cambios de aceite y bujías, a través de paneles de acceso en el motor.
La marca de 65 días en el aire sigue imbatida
Para garantizar la legitimidad del récord, se pintaron rayas blancas en los neumáticos del avión al despegar, verificando al aterrizar que no había tocado tierra. El vuelo rompió el récord el 23 de enero de 1959, pero los pilotos decidieron continuar 15 días más para consolidar su marca. Al aterrizar, ambos fueron sacados del avión debido al agotamiento físico. La hazaña, reconocida por la Federación Aeronáutica Internacional, sigue imbatida.
La avioneta, tipo Cessna 172, ahora exhibida en el aeropuerto Harry Reid de Las Vegas, es un testimonio de la ingeniosidad y resistencia de Timm y Cook. Su logro no solo destacó la durabilidad del avión, sino que también marcó un hito en la aviación, mostrando los límites de la tecnología y la determinación humana en la década de 1950.