Los radares de tránsito en Durán, clausurados previamente por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) por no estar calibrados, han reactivado sus operaciones, generando multas desde el 3 de junio, según denuncias ciudadanas.
Quejas y denuncias han surgido tras la reanudación imprevista de los dispositivos. Letreros con el sello de la Autoridad de Tránsito de Durán (ATD) anunciaron que los radares volverían a operar desde el 4 de junio, un día después de lo evidenciado.
La ATD, que colabora con una empresa privada para gestionar las multas, afirmó que los radares solo sancionarían infracciones en semáforos, no por velocidad. Sin embargo, no aclaró cómo garantizará un análisis técnico confiable sin calibración.
Conductores indignados reportan que las multas comenzaron antes de la fecha anunciada. Documentos compartidos en redes, como en la cuenta de X del exlegislador Galo Lara, prueban que los radares operaron desde el 3 de junio.
Según medios nacionales, Galo Lara calificó su reactivación como un abuso y exigió la intervención del Gobierno Nacional para frenar las sanciones, mientras los equipos no cumplan con los requisitos técnicos establecidos por la ANT.
Quejas por la reactivación de radares se multiplican
Quejas y denuncias se multiplican, ya que la ANT había prohibido el funcionamiento de los radares hasta que superaran una calibración adecuada. La falta de claridad en los procedimientos de la ATD alimenta la desconfianza entre los conductores.
Según el portal de la ANT, los radares deben cumplir estrictos estándares técnicos para operar legalmente. La entidad reiteró que no autorizará su uso hasta que se garantice su correcto funcionamiento, lo que agrava la controversia en Durán.
Conductores indignados piden transparencia y la suspensión inmediata de las multas. La sociedad entre la ATD y una empresa privada, que reparte los ingresos de las sanciones, también genera cuestionamientos sobre posibles conflictos de interés.
Lara insiste en que el Gobierno debe actuar con urgencia para proteger a los ciudadanos. Mientras, la ATD no ha presentado un plan claro para abordar las irregularidades señaladas por la ANT.
La reactivación de radares sin calibración pone en duda la legitimidad de las multas y la gestión del tránsito en el cantón.