El Centro de Fauna Urbana de Portoviejo recibe entre una y tres denuncias diarias por maltrato animal, según Jonathan Guzmán, jefe técnico de la institución. Las principales quejas se centran en casos de desnutrición, animales atados permanentemente y condiciones de insalubridad, considerados infracciones leves que, en muchos casos, se resuelven con correctivos al dueño sin llegar a sanciones formales.
“Cuando realizamos una inspección y el dueño corrige la conducta, damos por cerrado el caso”, explicó Guzmán durante una capacitación impartida por la médica veterinaria y activista Shady Heredia. La activista ha colaborado en temas de maltrato animal con el Municipio de Quito. La formación buscó mejorar los procesos de recepción y verificación de denuncias, un aspecto crítico dado que muchas carecen de datos precisos o pruebas contundentes, lo que dificulta la acción institucional.
Heredia destacó que el abandono en espacios públicos y el maltrato son problemas recurrentes en Portoviejo, agravados por la falta de censos para dimensionar la población de fauna urbana. También señaló la necesidad de sanciones ejemplificadoras, ya que la socialización de normas, aunque necesaria, no ha sido suficiente. “La sociedad aprende cuando duele el bolsillo”, añadió, refiriéndose a la importancia de aplicar multas administrativas.
Buscan un alto para el maltrato animal
Casos graves, como el envenenamiento masivo de gatos y perros en la parroquia Colón, en enero de este año, o el reciente caso en el sector El Mamey, donde perros causaron la muerte de un gato, han requerido la intervención del Municipio, Fiscalía y la Policía Nacional. Estos hechos constituyen sanciones establecidas en la ordenanza de convivencia responsable con la fauna urbana e, incluso, como delitos tipificados en el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Alistan primera sanción tras la muerte de un gato atacado por perros en el parque El Mamey
Sin embargo, Guzmán admitió que aún no se han aplicado sanciones en Portoviejo por casos de muerte de animales, debido a la dificultad para obtener pruebas sólidas. “Ahora que tenemos evidencia en el caso El Mamey, lo trasladaremos a la Fiscalía”, aseguró.
La activista subrayó que la ciudadanía debe conocer el proceso de denuncia: presentar pruebas como fotos o videos, la dirección exacta del lugar y datos del denunciante para facilitar la inspección. “No todos los casos requieren retirar al animal; solo cuando su vida está en peligro inminente”, aclaró. En otros casos, se busca la reparación del daño y el seguimiento para garantizar el bienestar del animal.
Se necesita un trabajo en conjunto
La capacitación, que finalizó la semana anterior, busca conectar los procesos entre el Centro de Fauna Urbana y la Comisaría Municipal, encargada de imponer sanciones. La falta de personal y la complejidad social de Portoviejo son desafíos, pero Heredia confía en que, con claridad en los procedimientos, se podrá avanzar en la protección de la fauna urbana.
“La gente debe denunciar, y nosotros debemos hilar los procesos para que las sanciones sean efectivas”, concluyó. El Centro de Fauna Urbana insta a la ciudadanía a reportar casos con información precisa para agilizar las inspecciones y garantizar el bienestar de los animales en la ciudad.