El reconocido actor mexicano Carlos Villagrán, célebre por interpretar a Quico, en la serie El Chavo del 8, compartió recientemente su perspectiva sobre la próxima teleserie de Max, “Chespirito: Sin querer queriendo”. A pesar de no haber visionado el primer episodio, expresó su sincera opinión sobre este nuevo proyecto biográfico, enfocado en la vida de Roberto Gómez Bolaños, el genio detrás del universo de Chespirito.
El intérprete manifestó su deseo de éxito para la serie, aunque advirtió sobre posibles imprecisiones históricas y versiones distorsionadas. “Deseo de todo corazón que les vaya muy bien. Tiene que haber series, como hubo la de Luis Miguel, y les deseo lo mejor”, afirmó Villagrán. “Si dicen alguna mentira, la culpa la tienen ellos, no yo”, puntualizó el experimentado actor.
Reservas y respeto por Chespirito
Carlos Villagrán también reconoció no haber visto la serie de Chespirito, impidiendo una crítica directa. Sin embargo, el actor dejó entrever ciertas reservas respecto a cómo se representará a él y a otros personajes del programa en esta producción. “Mi trabajo ahí está, mi trabajo lo hice como Kiko”, aseguró Villagrán, destacando su legado artístico.
El famoso además expresó su profundo respeto hacia Roberto Gómez Bolaños, quien partió en 2014, y mostró preocupación por la potencial tergiversación de la historia. “Yo sé que se van a decir muchas mentiras, no sé cuáles, pero no puedo decir nada porque, primero, respeto a Roberto Gómez Bolaños que ya murió y no puede defenderse”, explicó Villagrán.
Carlos Villagrán se pronuncia sobre posible demanda
Sobre posibles acciones legales ante una representación inexacta, Villagrán fue categórico: “No me gusta a mí eso. Prefiero ser feliz que andar en oficinas”, afirmó el carismático actor. Además, reveló no haber sido invitado a participar en la serie de Chespirito. “Si me hubieran invitado, lo hubiera pensado”, acotó Villagrán, sugiriendo una posible apertura.
La relación entre Villagrán y Roberto Gómez Bolaños estuvo marcada por notables tensiones, culminando en una ruptura laboral. El conflicto central giró en torno a los derechos del personaje de Kiko. Villagrán buscaba utilizar el personaje en otros proyectos, pero Gómez Bolaños, como titular de los derechos, impidió esto, generando una famosa disputa. Esta situación derivó en problemas legales, impidiendo a Carlos Villagrán usar el nombre Quico, lo que lo llevó a cambiarlo a Kiko.