Tres años después de la expedición de su reglamento, la Ordenanza de convivencia responsable con la fauna urbana está en proceso de reforma. La normativa, que entre otras cosas regula la protección de los animales y sanciona el maltrato y abandono, ha sido cuestionada por animalistas debido a su limitada aplicación. Ante este escenario y con el abandono animal como un problema latente, se realiza la revisión integral de la ordenanza con la participación de diversos actores.
La concejal Margarita Veintimilla, presidenta de la Comisión de Riesgo, Seguridad y Sostenibilidad Ambiental del Municipio de Portoviejo, lidera este proceso, enfatizando la necesidad de una ordenanza “técnicamente sólida”. “No solo se trata de sanciones, sino de abordar el problema de manera integral y coordinada con las instituciones del Ejecutivo desconcentrado”, afirmó.
La funcionaria acotó que durante las últimas semanas se han realizado mesas técnicas con veterinarios, así como personal de Agrocalidad, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Agricultura y otras entidades para analizar los 96 artículos de la norma actual. El objetivo, explicó, es simplificarla, reducir el número de artículos y elaborar un reglamento que facilite su aplicación en el territorio.
Buscan una mayor regulación
Entre las reformas propuestas, Veintimilla destacó la regulación de clínicas y consultorios veterinarios, los requisitos para albergues, como la presencia de médicos veterinarios, y la gestión de animales de consumo. También se busca fortalecer la corresponsabilidad ciudadana mediante campañas de socialización con la sociedad civil. “Nos reuniremos con fundaciones y colectivos animalistas para que aporten al proceso, porque la ciudadanía tiene un rol clave”, señaló. Las próximas reuniones, programadas para el 23 de junio con Agrocalidad, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Salud, buscan consolidar estas propuestas.
Maltrato y tortura animal: El horror que viven los gatos abandonados en el parque El Mamey
Sin embargo, no todos ven la reforma como prioridad. Mauricio Holguín, activista de la Fundación Ángeles Silenciosos, considera que antes de modificar la ordenanza, el municipio debería enfocarse en aplicarla efectivamente. “La norma actual ya protege los derechos animales y cumple con los requisitos del Ministerio del Ambiente, pero falta hacerla cumplir”, afirmó. Holguín, quien hace tres años presentó una propuesta de reforma con más de 200 artículos, lamenta la falta de avances concretos. Según él, la fundación ha registrado 100 denuncias por maltrato en los últimos tres años, siendo el abandono el problema más frecuente.
Maltrato animal: muerte y abandono
El 2025 arrancó con un lamentable caso. A doce perros y seis gatos los envenenaron en el sitio Estancia Vieja, de Colón. Los animales, algunos de ellos con hogar, estaban muertos sobre un camino de tierra. Se informó que les dieron veneno en panes. El caso aún se investiga para dar con el responsable.
Este es uno de los casos más graves de maltrato animal registrado este año, pues el abandono en espacios públicos es el más frecuente. La actual ordenanza tipifica el abandono como una infracción muy grave, con multas de $940 a $2.350 y 72 horas de servicio comunitario. Sin embargo, su aplicación es limitada, según animalistas como María Ibarra, quien califica las acciones municipales como insuficientes.
Ante esta situación, Holguín insiste en la necesidad de un albergue municipal con un centro de atención veterinaria, una demanda que considera más urgente que reformar la normativa. Aunque reconoce los avances de la municipalidad en la contratación de una veterinaria de planta y el proyecto de una clínica móvil, critica la falta de seguimiento a las propuestas animalistas y la falta de aplicación de la ordenanza.