La bancada de la Revolución Ciudadana (RC) expulsó al asambleísta Sergio Peña este jueves 29 de mayo de 2025, debido a su voto a favor de una ley urgente impulsada por el presidente Daniel Noboa, contraviniendo la línea política del movimiento. Esta decisión se tomó porque la bancada prioriza la disciplina partidista sobre el número de votos en la Asamblea.
Bancada Correísta: expulsión
La brecha entre los líderes de Revolución Ciudadana y el legislador Sergio Peña se volvió insalvable. En la bancada correísta, se prioriza la cohesión política, incluso si esto significa perder un voto en la Asamblea Nacional. La expulsión de Peña, anunciada este 29 de mayo, reafirma la postura de la RC de “no tolerar la traición”.
La Bancada Ciudadana se reunió este jueves con dos puntos clave en su agenda. El primero fue ratificar la oposición al informe de primer debate de la Ley urgente enviada por el presidente Daniel Noboa. Esta ley busca combatir las economías criminales. El segundo y decisivo tema fue el futuro de Peña dentro de la bancada.
El voto que rompió la disciplina
La decisión de Peña de votar en la Comisión de Desarrollo Económico a favor del documento generó el conflicto. La directriz de la bancada era abstenerse de apoyar la propuesta del Gobierno hasta que se incluyeran las observaciones correístas. Este voto sorpresivo del 27 de mayo provocó una respuesta inmediata de la excandidata presidencial y directora de Revolución Ciudadana, Luisa González. Ella emitió un comunicado señalando que el voto de Peña “no corresponde al criterio técnico, legal constitucional analizado y peor aún a la decisión tomada dentro de la Bancada”.
Peña defendió su posición, afirmando ser un “profesional con criterio propio” y asegurando que sus observaciones sí fueron acogidas en el documento. “La oposición debe ser propositiva. ¿Oponerse por oponerse? No, gracias”, agregó Peña públicamente. El excandidato correísta a la Presidencia en 2021, Andrés Arauz, también intervino, sugiriendo someter a Peña al código de ética de Revolución Ciudadana por “atacar a sus propios compañeros de bancada y no actuar como un equipo”.
Reacciones y futuro de la bancada
Peña no se quedó en silencio y respondió públicamente, cuestionando quién inició los ataques en redes sociales. También se refirió a la importancia del trabajo en equipo mencionada por Arauz: “Estoy de acuerdo en que las cosas se trabajan en equipo. Eso coméntale a los tres o cuatro que quieren manejar todo entre ellos e imponer”. Esta declaración del asambleísta Sergio Peña evidenció las tensiones internas.
La Revolución Ciudadana obtuvo 67 curules en las elecciones del 9 de febrero. Sin embargo, antes del inicio de la legislatura, Mónica Salazar renunció al movimiento y a la bancada. Con la salida de Peña, el correísmo ahora cuenta con 65 representantes en el Legislativo. Esto amplía la desventaja numérica frente a la bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) y sus aliados.
La asambleísta Patricia Núñez negó este 29 de mayo que se les obligue a votar según órdenes de sus líderes. Sin embargo, reconoció la existencia de equipos y que el buró político define las posturas sobre temas importantes. Núñez consideró que no era necesario llegar a la expulsión y que aún existía la posibilidad de dialogar con Peña.
Ella justificó las acciones de Peña como las de “un compañero nuevo que debe irse acoplando”. De manera similar, la legisladora por Pichincha, Jahiren Noriega, indicó que se mantendría una conversación con Peña para que se mantuviera en la línea del movimiento. No obstante, Noriega enfatizó que no le “tiene sin cuidado” si Peña decide irse. Ella añadió: “Un voto más o un voto menos no suma si esa persona no hace política desde los principios y no está alineado a la ética de la organización política”. La bancada correísta ha priorizado la disciplina y la cohesión interna.